En vísperas del cierre de 2025, la Industria Licorera de Caldas realizó un balance de un año que marcó hitos para la compañía y planteó los principales desafíos que orientarán su gestión durante 2026, en un contexto de transformación del mercado, mayor competencia y cambios en los hábitos de consumo.
El gerente general de la entidad, Diego Angelillis Quiceno, señaló que 2025 representó un punto de inflexión para la empresa, tanto por los resultados comerciales como por los avances en modernización y fortalecimiento institucional, al tiempo que advirtió que el próximo año exigirá decisiones estratégicas para garantizar sostenibilidad y crecimiento.
Angelillis explicó que uno de los principales retos para 2026 será consolidar la competitividad de la Industria Licorera de Caldas frente a un mercado cada vez más abierto, con mayor presencia de marcas nacionales e importadas y con consumidores más informados y exigentes. En ese escenario, indicó que la innovación en portafolio, la diferenciación de marca y la eficiencia en los procesos productivos serán determinantes.
Otro de los desafíos señalados tiene que ver con la adaptación a las nuevas dinámicas de consumo responsable y a las regulaciones que impactan directamente al sector licorero. El gerente general afirmó que la compañía deberá continuar fortaleciendo sus estrategias de cumplimiento normativo, trazabilidad y responsabilidad social, sin afectar su capacidad comercial ni su aporte a las finanzas departamentales.
La modernización tecnológica y la optimización de la infraestructura productiva también figuran entre las prioridades para 2026. De acuerdo con Angelillis, el objetivo es seguir avanzando en procesos que permitan mejorar la calidad del producto, reducir costos operativos y responder con mayor agilidad a las demandas del mercado, tanto a nivel regional como nacional.
En materia comercial, el gerente destacó como reto ampliar y consolidar la presencia de los productos de la Industria Licorera de Caldas en nuevos mercados, fortaleciendo las redes de distribución y las alianzas estratégicas, al tiempo que se protege la participación en los territorios tradicionales.
Finalmente, Angelillis Quiceno subrayó que la gestión del talento humano será un eje central en 2026, con énfasis en la capacitación, la adaptación a los cambios tecnológicos y el fortalecimiento de la cultura organizacional, como soporte para enfrentar los desafíos que plantea el entorno de la industria licorera en el país.

















