JPMorgan advierte impactos en inflación y economía por alza del salario mínimo a 2026

Compartir en redes sociales

Los analistas de JPMorgan han calificado de «medida populista» y «terremoto» el reciente decreto del gobierno de Gustavo Petro que establece un aumento del salario mínimo en Colombia superior al 23,7 por ciento para 2026, incluyendo el auxilio de transporte, lo que elevaría el total a dos millones de pesos. Esta decisión, tomada unilateralmente por el Ejecutivo en un contexto de inflación elevada, marca un ajuste sin antecedentes en la historia reciente del país y ya ha generado reacciones en los mercados globales.

El incremento nominal supera ampliamente las proyecciones previas, con un alza real del 17 por ciento una vez descontada la inflación estimada a fines de 2025, lo que podría añadir 140 puntos básicos a la inflación proyectada para 2026, elevándola del 4,7 por ciento al 6,1 por ciento. Además, se anticipa que el déficit fiscal aumentará en 0,5 puntos del PIB, alcanzando el 3,5 por ciento, en un escenario donde las tasas de interés se mantenían en un 10 por ciento hasta abril, con incrementos graduales de 25 puntos básicos previstos.

Implicaciones amplias para la economía nacional

Expertos de JPMorgan advierten que, dado el rol central del salario mínimo en la economía colombiana, esta medida tendrá repercusiones profundas en la inflación, la política monetaria, el crecimiento económico, el desempleo, los resultados fiscales y las cuentas externas a medida que avance 2026. Podría impulsar una política monetaria más restrictiva desde enero, con riesgos de menor formalización en las nuevas contrataciones laborales, alterando dinámicas del mercado de trabajo y las finanzas públicas.

«Dado el rol central del salario mínimo en la economía de Colombia, esta decisión tendrá implicaciones de gran alcance para la inflación, la política monetaria, el crecimiento, el desempleo, los resultados fiscales y las cuentas externas a medida que avancemos hacia 2026».

JPMorgan, según Bloomberg Línea

El anuncio, que contrasta con las expectativas de un ajuste más moderado, subraya las tensiones entre políticas sociales del gobierno Petro y la estabilidad macroeconómica, en un momento en que los inversionistas internacionales observan de cerca los movimientos en Colombia.

Sigue leyendo