Mientras la Administración Municipal hace un llamados a la reflexión, las calles siguen siendo un campo de batalla y ciudadanos piden de las autoridades acciones concretas mediante campañas de cultura ciudadana
Por ALEXANDER BECERRA
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En los últimos días, la ciudad de Manizales ha sido testigo de preocupantes actos de violencia vial, que no solo atentan contra la seguridad ciudadana, sino que también evidencian una alarmante crisis de convivencia.
El reciente enfrentamiento entre dos conductores a machetazos en plena Avenida Lindsay no es un incidente aislado, sino parte de una problemática que parece intensificarse. Este hecho, ocurrido el 3 de diciembre, pone en el centro del debate la creciente intolerancia en las calles de la capital caldense y la necesidad urgente de una respuesta integral.
Otro hecho irracional ya había puesto semanas atrás a la capital de Caldas en boca de todos. El 21 de noviembre tres agentes de tránsito al servicio de la Secretaría de Movilidad se fueron a golpes con un conductor, en medio de un procedimiento por mal parqueo.
El caso generó indignación y el propio ciudadano atacado dijo días después que había sido un caso de “violencia excesiva, persecución y detención irregular”. Los servidores públicos fueron retirados de sus cargos.
En su momento, el secretario de Movilidad de Manizales, Juan Felipe Álvarez, señaló sobre este caso particular que era un hecho que generaba todo el rechazo institucional, a la vez que recordó a la opinión pública que en este 2024 ya iban 15 denuncias interpuestas ante la Fiscalía por agresiones contra uniformados de Movilidad.
“Es obvio que estos hechos generan un malestar en la ciudadanía. Seguiremos trabajando con los agentes para que tengan un margen de tolerancia, para que puedan de una manera menos airada confrontar a un ciudadano. Deben tener es la capacidad de discernimiento para que un procedimiento no se desborde y genere consecuencias como las que hemos tenido que ver”, dijo Juan Felipe Álvarez.
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Falta de mecanismos
Algunos estudios acerca de los factores que alimentan la violencia vial indican que estos son diversos y complejos. La congestión vehicular, el estrés diario y la falta de educación vial son algunos de los principales catalizadores.
Es por ello que en un entorno donde los desacuerdos mínimos pueden escalar rápidamente hacia el conflicto físico, la ciudad enfrenta un desafío significativo para restaurar el respeto y la paciencia entre sus actores viales, entre ellos los peatones.
Según expertos en seguridad vial, este fenómeno no es exclusivo de Manizales, pero aquí alcanza niveles preocupantes que demandan atención prioritaria. Por ello, más allá de la indignación pública, es fundamental reconocer que estos incidentes son síntomas de una problemática mayor: la falta de mecanismos efectivos para canalizar el estrés y resolver conflictos de forma pacífica.
Para no ir tan lejos, solo el año anterior (2023) un dato empezaba a mostrar que la intolerancia en Manizales debía tratarse de manera especial. Y es que según cifras de la Secretaría de Gobierno, el 87% de los homicidios ocurrido en la ciudad en ese periodo estuvieron vinculados a dicha circunstancia.
Este dato subraya que la violencia vial no es un problema aislado, sino un reflejo de tensiones sociales más profundas que requieren intervención a varios niveles.
El Fondo de Prevención vial explicó en un reciente informe que el miedo, el estrés y el respeto son las tres principales emociones que genera la conducción. Es común entre los colombianos “creerse mejores conductores que los demás, pensar que son los únicos que transitan por la vía y ajustar las normas de tránsito a sus propias necesidades”.
Entretanto, la Asociación Colombiana de Facultades de Psicología (ASCOFAPSI) va más allá y advierte en un estudio, entre otras consideraciones, que “algunas personas pueden tener una reacción hacia la ira o la agresión, lo que las hace más propensas a la intolerancia vial. Factores como lluvia o calles en malas condiciones pueden contribuir a presentar malestar y provocar conflictos en los usuarios”.
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Cifras de fotodetección dejan mal parados a conductores
Desde el pasado 5 de noviembre, la implementación de los Sistemas Automáticos y Semiautomáticos para la detección de infracciones de tránsito en Manizales, muestra una tendencia al incumplimiento de normas de tránsito y movilidad por parte de muchos conductores de motocicletas en las vías de la ciudad.
Al 2 de diciembre se han generado 7.962 comparendos, de los cuales el 60% corresponde a motociclistas, situación que deja en evidencia, no solo imprudencias que ponen en riesgo la vida de todos los actores viales, sino además un alto índice de circulación sin documentos al día.
De los 4.796 comparendos impuestos a motociclistas, 2.548 fueron por falta de Revisión Técnico-Mecánica, 1.941 por no portar el SOAT vigente y 307 por cruzar semáforos en rojo.
Estas conductas no solo representan un incumplimiento a las normas de tránsito, sino además un grave riesgo para la seguridad vial. Transitar sin SOAT deja a los involucrados en accidentes sin respaldo económico para cubrir gastos médicos o daños. Por otro lado, la ausencia de revisión técnico-mecánica incrementa las probabilidades de fallas mecánicas que pueden desencadenar en tragedias.
La Secretaría de Movilidad hace un llamado a la conciencia ciudadana: “estos datos no son solo números, son un reflejo de la urgente necesidad de adoptar una cultura de respeto por las normas viales; conducir responsablemente no es solo un deber legal, sino un compromiso con la vida. Invitamos a todos los manizaleños, en especial a los motociclistas, a cumplir con las normativas y priorizar la seguridad vial.”, Indicó el secretario de Movilidad, Juan Felipe Álvarez Castro.
Consecuencias legales y sociales
- Riesgo a terceros: circular sin los requisitos exigidos compromete la vida de los demás actores viales y las de quienes conducen los vehículos.
- Inmovilización del vehículo: las autoridades están facultadas para retener los vehículos sin documentación al día.
- Sanciones económicas: las multas pueden superar el millón de pesos por cada infracción.
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Ciudadanos se sienten perseguidos
Sebastián Trujillo, líder del Comité de Movilidad Ciudadana, dijo en días pasados que el malestar en muchos ciudadanos de Manizales es que se sienten perseguidos por el cuerpo de agentes de tránsito que vigilan la movilidad.
Esto lo dijo horas antes de anunciar una manifestación que se realizaría para rechazar los procedimientos de las autoridades. No obstante, la movilización no tuvo eco.
“Vienen pasando muchas cosas en materia de movilidad y la movilidad no mejora, la accidentalidad no mejora. Hay una dictadura de parte de esta Alcaldía en materia de movilidad. Los manizaleños estamos inconformes con muchos procedimientos. Manizales se ha distinguido por una excelente movilidad, por su cultura ciudadana, pero en este momento nos sentimos atropellados por la Secretaría de Movilidad y están sembrando el miedo”, señaló Trujillo.
El líder ciudadano agregó que la alcaldía debe velar por la legalidad y los Derechos Humanos, “no es posible que se estén presentando estas problemáticas. Queremos una movilidad con derechos; control, pero con legalidad. No más persecución. La movilidad en Manizales no puede convertirse en un negocio”.
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Campañas de prevención
Esta semana, la Alcaldía de Manizales, a través de la Secretaría del Interior, condenó enérgicamente comportamientos como el ocurrido en la Avenida Lindsay, destacando que atentan contra la convivencia ciudadana y representan una clara violación del Artículo 27 del Código de Policía.
Según la norma, los actos de violencia en espacios públicos son sancionables con multas económicas y, en casos graves, con detención. Sin embargo, la preocupación no radica solo en la existencia de normativas, sino en su cumplimiento efectivo y en la prevención de estos incidentes.
En este sentido, la Administración Municipal ha propuesto medidas concretas. Además de solicitar a la Policía Metropolitana y a la Fiscalía General de la Nación la identificación y sanción de los responsables de estos actos.
Asimismo, la Alcaldía anunció que se están promoviendo campañas de sensibilización ciudadana. Estas buscan fomentar la tolerancia y el respeto en las vías públicas, pilares fundamentales para una convivencia armónica.
Un aspecto clave es la participación ciudadana. La Alcaldía ha reiterado el llamado a la comunidad para reportar incidentes de violencia vial a través de la Línea 123, opción 1.
“No debemos incurrir en este tipo de comportamientos, totalmente contrarios a la convivencia, que demuestran una intolerancia social que no puede ser el camino para resolver las dificultades y los problemas en la sociedad que tenemos”, señaló la secretaria del Interior de Manizales, Paula Andrea Sánchez Gutiérrez.
Cultura ciudadana
Ante esta alarmante situación en la ciudad, hay voces que relaman por parte de las autoridades la puesta en marcha de una campaña integral y masiva de cultura ciudadana, que involucre no solo a los actores viales, sino a la comunidad en general y a los medios de comunicación, haciendo uso de los espacios públicos de divulgación que hay en la ciudad, los cuales no sólo deberían utilizarse para anunciar conciertos, también para recordarle a los ciudadanos sus deberes.
