En un informe que amplia otro anterior, la Misión del Consejo de Derechos Humanos documenta múltiples y crecientes violaciones y crímenes, incluso de lesa humanidad, cometidos por las autoridades del Estado. Entre ellos, señala la práctica de torturas para que la gente se incrimine de delitos tan graves como el terrorismo
La Misión Internacional Independiente de Determinación de los Hechos de las Naciones Unidas sobre la República Bolivariana de Venezuela publicó hoy un nuevo informe que documenta “con gran detalle” un aumento profundamente preocupante de las violaciones de los derechos humanos y crímenes contra las víctimas que han sido blanco de la represión sin precedentes en el país, especialmente durante el reciente periodo electoral, según un comunicado emitido por ese organismo.
La investigación, que amplía el informe de la Misión de Determinación de los Hechos presentado el 20 de septiembre ante el Consejo de Derechos Humanos, “documenta múltiples y crecientes violaciones y crímenes cometidos por el gobierno venezolano, las fuerzas de seguridad y los grupos civiles armados progubernamentales antes, durante y después de las controvertidas elecciones presidenciales de julio”.
“Estas violaciones incluyen detenciones arbitrarias, tortura, desapariciones forzadas de corta duración y violencia sexual, que se llevan a cabo como parte de un plan coordinado para silenciar a las personas opositoras o percibidas como tales. Entre las víctimas hay niños, niñas y adolescentes, así como personas con discapacidad”, asegura el comunicado.
Torturas para incriminarse
Y añade que “la Misión ha informado que las personas detenidas son amenazadas, incluso con actos de tortura, para que se auto incriminen por hechos que constituyen delitos graves como terrorismo. La falta de pruebas y la ausencia de abogados de su elección colocan a las víctimas en una posición de especial vulnerabilidad, ya que la autoincriminación podría acarrear penas de prisión desproporcionadamente altas. Particularmente grave es la situación de los niños, niñas y adolescentes detenidos, quienes enfrentan las mismas amenazas y no están recibiendo las medidas especiales de protección que exige el derecho internacional”.
El informe de la Misión confirma la conclusión de que algunas de las graves violaciones de derechos humanos investigadas durante este período fueron cometidas siguiendo la misma línea de conducta previamente calificada por la Misión como crímenes de lesa humanidad.
Además, dichas violaciones, cometidas con una intención discriminatoria, constituyen el crimen de lesa humanidad de persecución por motivos políticos en razón de la identidad de las víctimas.
Según la Misión, 25 personas fueron asesinadas por arma de fuego en los recientes hechos de violencia. Cientos de personas más resultaron heridas y miles más fueron detenidas simplemente por ejercer su derecho fundamental a la libertad de expresión.
El informe incluye casos ilustrativos que ejemplifican sus hallazgos y coloca el testimonio de las víctimas en el centro de sus conclusiones.
La Misión reitera su llamamiento al Estado para que libere a todas las personas detenidas arbitrariamente y respete la integridad física y psicológica de las personas detenidas y su derecho al debido proceso.
En septiembre de 2019, el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas estableció la Misión internacional independiente de determinación de los hechos sobre la República Bolivariana de Venezuela mediante la resolución 42/25 por un año para evaluar las presuntas violaciones de derechos humanos cometidas desde 2014. El Consejo de Derechos Humanos, mediante las resoluciones 45/20 y 51/29, prorrogó el mandato de la Misión internacional por dos años más, hasta septiembre de 2024. La Misión presentará su próximo informe anual durante el dialogo interactivo del Consejo en septiembre.
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