La Siempreviva regresa al Centro Nacional de las Artes para conmemorar 40 años de la toma y retoma del Palacio de Justicia, con una nueva temporada del 1 al 9 de noviembre de 2025 en la sala Teatro Delia Zapata Olivella. La obra, creada y dirigida por Miguel Torres, reúne en el elenco a Carmenza Gómez, Lorena López y Jenny Caballero, bajo la organización del Centro Nacional de las Artes y con entradas disponibles en TuBoleta. Se trata de diez funciones que mantienen la posibilidad de ver parte del reparto original, y están concebidas para mayores de 13 años.
La noticia trae a escena un compromiso profundo con la memoria histórica: la obra conmemora los hechos ocurridos en el Palacio de Justicia entre el 6 y 7 de noviembre de 1985, en una conmemoración que se extiende a lo largo de la última década en la escena cultural del país. La temporada de 2025 llega tras una trayectoria de reconocimiento para La Siempreviva, que ha superado la cifra de mil funciones y que en 2024 agotó temporada. En este retorno, la producción continúa en el CNAL, y la propuesta incluye el regreso de varios de los actores del elenco original de 1994, junto a nuevas generaciones de intérpretes, para sostener una narración que se desarrolla en una vivienda del barrio La Candelaria y que se centra en la figura de la madre Lucía y la desaparición de Julieta. La investigación de Miguel Torres se apoya en archivos, prensa y en diálogos con figuras como Eduardo Umaña Mendoza y Ramón Jimeno, lo que aporta fundamentos documentales a la dramatización.
Una memoria que regresa al escenario
La obra se apoya en testimonios reales y en la historia de una de las desaparecidas, y su puesta en escena persiste como un ejercicio de memoria y justicia que continúa inspirando al público a cuestionar las voces ausentes y las heridas que aún siguen abiertas. Entre las cifras que rodean al tema, se recuerda que el conflicto dejó cerca de 100 muertos —incluidos 11 magistrados de la Corte Suprema— y un número aproximado de 12 desaparecidos, 11 de los cuales no han sido localizados según el Centro de Memoria Histórica. Estas cifras contextualizan la magnitud de la tragedia y fortalecen la carga ética de la propuesta escénica, que ya ha mostrado su capacidad para convocar audiencias y activar la conversación sobre memoria histórica en el país.
«Cuando visité la casa de Cristina y vi que su habitación seguía intacta, entendí que La Siempreviva debía ser un homenaje a todas las Julieta que no regresaron» – Miguel Torres
«Miguel transformó el horror en una reflexión artística. Hoy, más de tres décadas después del estreno, sigue siendo un grito que nos recuerda que la herida sigue abierta» – Lorena López
Con este regreso, La Siempreviva se consolida como una pieza emblemática de la memoria histórica en el teatro colombiano, conectando voces que estuvieron ausentes durante décadas y proponiendo preguntas persistentes sobre justicia, memoria y reparación mientras invita a la audiencia a acompañar este recordatorio vivo en el CNAL.
















