Cuando Millonarios celebraba una de las victorias más resonantes que lo mantienen con vida en la liga, murió un personaje de sus entrañas: el querido Ricardo Salazar.
*A “Pitirri”* como lo llamaban, la pelota y el futbol le bailaban en la cabeza. Magnéticas y sustanciosas fueron sus tertulias, matizadas con anécdotas e historias, vividas por él o por su entorno.
El nutriente principal de sus diálogos, estaba en las experiencias vividas como jugador en Bucaramanga, Millonarios, Cúcuta, Santa fe Cali y Quindío. O Como dirigente en Millonarios y Tolima, y en su paso por las aulas universitarias donde se graduó como economista.
*Un gran tipo*.
Como futbolista tuvo clase, la que se le reconoció como mediocampista de armado. Como dirigente, Gerente deportivo, un ojo clínico para descubrir talentos en los campos de barriada, muchos de los cuales supervisó y condujo hasta la consagración.
Innumerables han sido los futbolistas de su cosecha.
Como futbolista retirado, compartí con él muchos “picados” entre amigos. Que bien pasaba la pelota.
Fue subalterno y aliado de Gabriel Camargo en el proceso triunfal del Deportes Tolima hasta convertirlo en equipo grande, en el futbol colombiano.
A la vez, escudero de Gamero en los últimos títulos de Millonarios.
“Pitirri” fue mi amigo, respetuoso y directo. Lo recordaré siempre. Tozudo como los santandereanos que encontraron el éxito labrando en las adversidades, asumió la enfermedad terminal que le afectaba, con admirable positivismo.
Saludo solidario para la familia del futbol, la del Tolima, la de Millonarios, para quienes gozaron de su amistad, compartieron sus éxitos y saborearon su juego. Paz en su tumba. Esteban Jaramillo Osorio.