La U evalúa unirse al Frente Amplio con Roy Barreras como candidato

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En una jornada de intenso debate interno, sectores del Partido de la U se abrieron a la posibilidad de unirse al Frente Amplio con Roy Barreras como candidato dentro de esa coalición. La discusión, que se enmarca en las conversaciones previas a la consulta del Frente Amplio prevista para marzo de 2026, se gestó en la Casa de Nariño, Bogotá D.C., donde dirigentes de la izquierda y representantes de la U evaluaron un posible reencuadre de alianzas para 2026. En el centro del proceso está la propuesta de crear una corriente interna llamada “La Nueva U” y, al mismo tiempo, un planteamiento alternativo que permitiría a la U participar con su propio logo y estructura dentro de una alianza mayor, mientras Barreras ha expresado su interés en competir dentro del Frente Amplio, una visión que podría cambiar el mapa político para este medio en Manizales, La Veintitrés, y para el país entero.

Antecedentes y contexto: la interna de la U ha presentado tensiones sobre su rumbo para 2026. Mientras una fracción defiende la independencia de la colectividad y su identidad, otra línea de dirigentes cercanos a Dilian Francisca Toro presiona para mantener las banderas tradicionales, incluso ante la posibilidad de alianzas más amplias. En ese marco, Antonio José Correa, senador, ha defendido públicamente que la U participe en el Frente Amplio con su propio logotipo y estructura, al tiempo que la decisión sobre un eventual candidato se tomaría dentro de la coalición, con la participación de la génesis del partido y las bancadas de Senado y Cámara. Roy Barreras —senador y líder de la Fuerza de la Paz— se posiciona como proponente de respaldar esa candidatura dentro del Frente Amplio, buscando consolidar una unidad que permita afrontar la fragmentación que azota a la colectividad. Estas dinámicas se inscriben en un momento en que la reconfiguración de alianzas y la necesidad de definir rutas para 2026 son tema central de la agenda política. El debate también está vinculado a expresiones del presidente Gustavo Petro sobre coaliciones más amplias y a la posibilidad de que la U encuentre un marco en el Frente Amplio para competir a nivel nacional.

La encrucijada de alianzas para 2026 sacude a la U y a la izquierda

La discusión cobra vida en un contexto de reajustes estratégicos para la política nacional. Según los datos disponibles, la consulta del Frente Amplio está prevista para marzo de 2026, una fecha que podría definir candidaturas presidenciales y reconfigurar el mapa de alianzas en el Congreso. Dentro de ese proceso, la U podría verse tentada a integrarse a una coalición amplia impulsada por sectores cercanos a Petro, o, por su parte, intentar preservar su identidad mediante una presencia propia dentro de un marco más amplio. El debate se nutre también de la diversidad de votaciones en el Congreso, con posiciones a favor y en contra de proyectos del Gobierno, lo que añade complejidad a una posible alineación que requiere coherencia interna y una lectura compartida de los horizontes de 2026. En paralelo, resurgen resistencias de quienes defienden la independencia partidista y advierten sobre el riesgo de diluir las banderas históricas de la U, sobre todo ante una coyuntura de alianzas que podría arrastrar a la colectividad hacia un terreno político distinto al que ha defendido tradicionalmente.

Entre los datos secundarios, figuran las declaraciones de Roy Barreras sobre su intención de competir dentro del Frente Amplio, acompañada por la propuesta de una agenda de reformas y de estabilidad democrática que impulse la unidad de las fuerzas políticas. En paralelo, Petro ha sugerido que la consulta del Frente Amplio pueda denominarse “Frente Humano” e incluir a dirigentes del Verde, el liberalismo socialdemócrata y movimientos afines a la izquierda democrática, una visión que enriquece el debate sobre el alcance de las coaliciones. En el terreno legislativo, las divisiones entre respaldos a proyectos gubernamentales y la defensa de posiciones propias de la U dificultan decisiones conjuntas y obligan a clarificar el perfil y la estrategia de alianzas para el 2026. Todo ello alimenta la dinámica de una U que busca definir su identidad y su vínculo con la izquierda y con figuras como Petro, sin perder de vista la necesidad de mantener su propia voz institucional.

«La llamada ‘Nueva U’ no existe; es una idea unipersonal, sin norte. Como senador del Partido de la U, mi invitación es a que, junto a la génesis del partido, los codirectores y las bancadas de Senado y Cámara, respondamos prontamente a su llamado para que, en justa democrática y de la mano de Dios y del pueblo, podamos participar con candidato propio» – Antonio José Correa, senador

«superar la fragmentación» – Roy Barreras, senador

«Ese sería mi partido predilecto» – Gustavo Petro, presidente de Colombia

En lo inmediato, el pulso entre la dirección de la U y sus corrientes internas marca el pulso de una coalición que podría redefinir la competencia presidencial de 2026. El avance de estas ideas aún depende de un proceso de consulta y de la capacidad de los dirigentes para articular una lectura común que permita a la U definir si acompaña al Frente Amplio, mantiene su ruta independiente o negocia un paraguas institucional que le permita competir con una identidad clara. El escenario continúa dinámico, y el país observa con atención cómo estas fracturas internas pueden derivar en una reconfiguración del mapa político nacional, con posibles consecuencias para el apoyo a iniciativas de gobierno y para las alianzas que hoy están en juego. Este análisis llega a La Veintitrés Manizales para entender un giro estratégico que puede marcar el rumbo de 2026 y las candidaturas que podrían definirse en el corto plazo.

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