Desde La Veintitrés Manizales informamos el hecho central: la inclusión de Gustavo Petro y de Verónica Alcocer, Nicolás Petro Burgos y Armando Benedetti en la Lista Clinton genera reacciones y podría marcar la narrativa de las elecciones de 2026 en Colombia. La Lista Clinton, creada para señalar a personas y empresas vinculadas de alguna forma con lavado de activos o narcotráfico, vuelve a colocar el debate en el tablero político y diplomático, con ecos que se expanden a nivel nacional e internacional. Según la nota, estas cuatro figuras figuran en la lista por haber proporcionado apoyo a Gustavo Petro, según lo reportado por Infobae Colombia.
Entre los nombrados están Gustavo Petro, Verónica Alcocer, Nicolás Petro Burgos y Armando Benedetti. Según la nota de Infobae Colombia, la inclusión habría sido motivada por el supuesto haber proporcionado apoyo a Petro, lo que añade tensión a la narrativa del Gobierno y podría influir en la dinámica de cara a 2026. Aunque la Lista Clinton existe desde octubre de 1995, el artículo no especifica la fecha exacta de la inclusión de estas figuras. El análisis advierte que el impacto podría sentirse tanto a nivel internacional como en la escena política interna de Colombia.
Contexto y alcance internacional
El análisis sugiere que la inclusión podría afectar la imagen de Colombia ante la comunidad internacional y la relación bilateral con Estados Unidos; también podría influir en la semántica de la izquierda y en la configuración de la oposición. No se presentan pruebas contundentes contra Petro en el marco de este análisis. La fuente consultada es Infobae Colombia, que cita al analista Juan Nicolás Garzón, profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de La Sabana, como la voz principal de interpretación.
«Es un golpe simbólico, pero es práctico para los demás vinculados. Desde el punto de vista político es enviar un mensaje de deslegitimación, lo pone en el escenario como un patrocinador del narcotráfico, además de que el bloque financiero es efectivo sobre él y su familia». – Juan Nicolás Garzón, analista político y profesor de Ciencias Políticas, Universidad de La Sabana
«Esto pone en una situación difícil al Gobierno, pero internamente ellos van a hacer lo mismo. Se trata de un escenario que a Petro le gusta, no en la lista, pero es un escenario donde puede reivindicar su papel como perseguido, como víctima, yo creo que le va a sacar partido». – Juan Nicolás Garzón
«Va a empezar a jugar un rol muy importante, va a tratar de hablarle a su base política, mostrándose como el perseguido. Eso va a marcar mucho la agenda política y también marcará el deterioro de las relaciones entre los dos países». – Juan Nicolás Garzón
«Un poco es lo mismo, queda mal parada la izquierda, porque se va a hablar de que este Gobierno no fue capaz de manejar las relaciones con Estados Unidos, aunque ellos van a reafirmar que están siendo perseguidos. Cada uno le va a dar la lectura que quiera». – Juan Nicolás Garzón
«Yo no creo que esto pueda representar un impulso necesariamente para la derecha, que va a señalar que el presidente es el responsable de llevarnos hasta esta situación. Ese es el enfoque que buscará la oposición, que fue Petro quien llevó al país hasta este punto en sus relaciones con los Estados Unidos». – Juan Nicolás Garzón
«Lo que es cierto es que esto tiene unas implicaciones complejas para personas como Verónica Alcocer, para las personas vinculadas, porque salir de la lista es difícil, es un hoyo del que difícilmente se puede salir». – Juan Nicolás Garzón
En síntesis, la inclusión de estas figuras en la Lista Clinton abre un escenario de análisis sobre la imagen de Colombia y la relación con Estados Unidos, así como sobre la dinámica interna de la política nacional y la polarización entre izquierda y derecha. Este análisis, citado por Infobae Colombia, subraya que no hay pruebas contundentes contra Petro en este momento, y que las interpretaciones dependerán del juego político de cada actor. El reporte y las declaraciones de Garzón aportan un marco para entender el impacto en la narrativa del proceso electoral de 2026 y las posibles reacciones internacionales que podría catalizar.
















