Luna creciente el 29 de octubre y luna llena el 5 de noviembre, según NASA

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La semana del 24 de octubre al 5 de noviembre de 2025 presenta fases lunares destacadas, con la luna en cuarto creciente el 29 de octubre y luna llena el 5 de noviembre, según la NASA (Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio). Durante ese periodo, la distancia entre la Tierra y la Luna variará de 406460 km al inicio a 389587 km al final, un rango que refleja la órbita elíptica del satélite y permite planificar observaciones astronómicas a escala global.

Las fases lunares obedecen al calendario lunar y la NASA se erige como fuente principal de estas estimaciones. A nivel físico, la Luna es el objeto más grande y brillante del cielo nocturno; su radio es poco más de 1740 km. El origen de nuestra compañera celeste se atribuye a la teoría del gran impacto, que propone que un cuerpo del tamaño de Marte chocó contra la Tierra en los albores del sistema solar. La Luna recibe un nombre sencillo y universal; en 1610 Galileo Galilei descubrió las cuatro lunas que orbitan Júpiter, lo que marcó un hito en la historia de la astronomía. Además, la Luna modera la oscilación del eje terrestre y genera mareas, mientras que culturalmente distintas civilizaciones han utilizado la luna llena para medir el paso del tiempo.

La luna muestra una parte distinta de su cara cada semana
La luna muestra una parte distinta de su cara cada semana

Detalles prácticos y contexto científico

Durante la semana analizada, la luna alcanzará el cuarto creciente el 29 de octubre y la luna llena el 5 de noviembre, con la distancia Tierra–Luna iniciando en 406460 km y disminuyendo hasta 389587 km al cierre de ese periodo. Estas mediciones se sustentan en observación astronómica y mediciones de distancia orbital, respaldadas por la NASA, que explica que la variación responde a la órbita elíptica de la Luna alrededor de la Tierra. El radio de la Luna se sitúa en poco más de 1740 km, dato que ayuda a dimensionar su tamaño relativo frente a nuestro planeta.

«Sin declaraciones textuales disponibles en el material proporcionado.»

En el plano cultural, distintas civilizaciones han utilizado la luna llena para marcar el paso del tiempo, mientras que la observación de las fases lunares y de la variación de la distancia Tierra–Luna ofrece a científicos y público aficionado una ventana para entender mejor la dinámica de nuestro sistema planetario y la influencia que la Luna ejerce sobre la Tierra, especialmente en las mareas y en la estabilidad del eje terrestre.

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