El presidente de Colombia, Gustavo Petro, y su ministro del Interior, Armando Benedetti, enfrentan graves señalamientos de consumo excesivo de alcohol y drogas, impulsados por la carta pública del excanciller Álvaro Leyva fechada el 19 de abril de 2025, así como por chats de WhatsApp de 2021 y 2022 revelados en agosto de 2025 por la periodista Vicky Dávila. Estos episodios incluyen acusaciones de ebriedad y drogadicción en eventos públicos como el de Guapi, en Cauca, en enero de 2024, y en la planta La Loma, en Cesar, en febrero del mismo año, además de una desaparición de Petro por 48 horas en París durante un viaje oficial. La controversia se agrava con admisiones pasadas de Benedetti sobre sus adicciones y mensajes que aluden a fiestas con licor y mujeres que interferían en la agenda de campaña presidencial de 2022.
Álvaro Leyva, en su misiva, apunta directamente a Petro por un supuesto problema de drogadicción confirmado en París, lamentando no haberlo ayudado a tiempo, mientras que los chats publicados por Dávila involucran a Nicolás Petro, hijo del presidente, y a su exesposa Day Vásquez, quienes discuten situaciones caóticas con expresiones como la de Nicolás: «Qué cagada toda esta vaina». Petro ha respondido negando las acusaciones como «suspicacias atroces» y bromeando en abril de 2025 sobre su gusto por el aguardiente rojo de Tolima, aunque aclarando que ya no puede emborracharse. Su hija Andrea Petro defendió el episodio parisino, atribuyéndolo a un merecido tiempo familiar con sus nietas, lejos de las presiones colombianas.
Admisiones de Benedetti y su historial
Armando Benedetti, de 57 años, ha admitido en una entrevista con la revista Cambio un pasado turbulento marcado por el consumo de cocaína y licor, una rehabilitación en 1995 tras la que estuvo 14 años limpio antes de una recaída, y ahora presume 30 años sin drogas. Explicó que su proceso de recuperación lo llevó a reflexionar sobre inestabilidades emocionales derivadas de la separación de sus padres, además de episodios de irritabilidad, infidelidad y un incidente en el que, ebrio, manipuló un arma, aunque su esposa Adelina Guerrero desmintió cualquier maltrato con arma blanca.
«Fue en París donde pude confirmar que usted tenía el problema de la drogadicción. ¿Pero qué podía yo hacer? Seguro fui inferior. Lo he debido aproximar, ayudar, asistir oportunamente. Guardo en mi interior la pena de no haber intentado extenderle la mano. Lo cierto es que nunca se repuso usted. Es así. Su recuperación lastimosamente no ha tenido lugar (…). Es que usted está mal. Muy mal. Ya no se mide. Perdió los estribos. Y lo sabe»
Álvaro Leyva, excanciller
Estos señalamientos surgen en un gobierno de Petro ya marcado por escándalos de corrupción, irregularidades en la campaña de 2022 y manejos cuestionables de recursos públicos, lo que genera dudas sobre la idoneidad de sus cercanos para gobernar. La oposición exige exámenes toxicológicos al presidente y su entorno, mientras que Nicolás Petro denuncia la manipulación de los chats por parte de Dávila y Vásquez.
«En Francia, mi papá encontró algo raro en Colombia: tiempo en familia, privacidad, calma. Su pasatiempo favorito fue estar con mis hijas, ser abuelo sin distracciones. ¿Culpable de desconectarlo un poco? Lo asumo. Solo buscábamos una paz que allá no permiten»
Andrea Petro, hija del presidente
«Todos esos trinos que andan por ahí, y que ando borracho… pues no puedo emborracharme, desgraciadamente, porque a mí me gustaba el aguardiente rojo, tapa roja era lo que decían allá en Tolima. Ahora me ponen esos tragos y ya de una vez me va ardiendo hasta el alma. Así que no es porque no quiera, es que no puedo»
Gustavo Petro, presidente
El escándalo se complejiza con la inclusión de Petro, Benedetti, Nicolás Petro y Verónica Alcocer en la Lista Clinton de Estados Unidos por presuntos aportes al narcotráfico, alimentando un debate nacional sobre la transparencia y estabilidad en el Ejecutivo.
«Ese proceso te lleva a mirar hacia atrás para saber qué te hace consumir. En mi caso, son inestabilidades emocionales debido a la separación de mis padres»
Armando Benedetti, ministro del Interior

















