Manizales aplica un sistema de monitoreo y prevención 24/7 para anticipar riesgos

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En Manizales, capital del departamento de Caldas, la vigilancia no se limita a la lluvia ni a las fuentes hídricas: también se observa la actividad sísmica mediante una red de acelerógrafos.

El sistema de monitoreo se apoya en tecnología diversa y altamente especializada, lo que permite la observación en tiempo real.

Imágenes de componentes del sistema de monitoreo.

La prevención es una tarea cotidiana en la ciudad de Manizales. Se ha posicionado como un referente nacional en gestión del riesgo gracias a su capacidad técnica, tecnológica y humana para anticiparse a los desastres. Su Sistema de Alerta Temprana (SAT) funciona de manera continua las 24 horas del día, los 7 días de la semana, y cuenta con una red de más de 70 estaciones distribuidas estratégicamente en toda la ciudad. Estas estaciones, que integran equipos hidrológicos, meteorológicos y alarmas sonoras, recogen información en tiempo real sobre el comportamiento del clima, las lluvias, los caudales de los ríos y la estabilidad del suelo. Con base en estos datos, la Unidad de Gestión del Riesgo de Manizales puede tomar decisiones preventivas y activar protocolos de emergencia cuando corresponde.

La tecnología que respalda este sistema es diversa y altamente especializada. Los sensores situados en los caudales de los ríos permiten detectar variaciones en niveles y flujos, alertando sobre posibles movimientos en masa, inundaciones y avenidas torrenciales en zonas cercanas. A su vez, las estaciones freáticas miden la humedad del subsuelo, lo que ayuda a identificar el comportamiento de las aguas subterráneas y a prever deslizamientos o inestabilidades en laderas. Otro componente clave es la red de acelerógrafos, dispositivos que registran los movimientos sísmicos del terreno. Gracias a esta red, Manizales no solo monitorea la lluvia, sino también la actividad sísmica, fortaleciendo la capacidad de toma de decisiones para la reducción del riesgo y la preparación ante emergencias.

Toda la información recogida por los equipos converge en un centro de control, donde se procesa y analiza de forma continua. Los datos de precipitación permiten definir los niveles de alerta que orientan las acciones preventivas:

  • Cuando los acumulados de lluvia alcanzan 200 milímetros en 25 días, se activa la alerta amarilla, que advierte sobre posibles deslizamientos superficiales.
  • Al llegar a 300 milímetros, se declara la alerta naranja, por incremento en el riesgo de movimientos en masa.
  • Cuando los acumulados superan 400 milímetros, se emite la alerta roja, que indica una alta probabilidad de deslizamientos y requiere procesos de intervención, seguimiento y monitoreo permanentes.

Más allá de los equipos y las cifras, este sistema representa una cultura de prevención que la ciudad ha construido durante décadas. Cada componente del SAT cumple una función esencial dentro de una red articulada que involucra a los organismos de socorro, las comunidades y las instituciones públicas.

Gracias a este esfuerzo, Manizales no solo reacciona ante las emergencias: se prepara, se anticipa y protege la vida, demostrando que la tecnología, cuando se combina con compromiso y planificación, se convierte en una herramienta poderosa para construir una ciudad segura y resiliente.

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