“Manizales está fracturada y fraccionada en lo social, económico y ambiental”, Francisco González

Compartir en redes sociales
  • En las comunas Ciudadela del Norte y Nuevo Horizonte está la cuarta parte de la población de Manizales con más de 100.000 habitantes, pero están desconectadas de la ciudad.
  • Las encuestas no le están haciendo un aporte significativo a la democracia, lo que hacen es exacerbar las prácticas corruptas, enviando indicadores que hacen que las sociedades se muevan en la línea incorrecta
  • Un problema grave que tenemos es el fracaso de la Comuna San José, ese es el símbolo de lo que hoy es la ciudad

Francisco Javier González Sánchez, Abogado de la Universidad de Caldas con posgrados en derecho de la Universidad Nacional y el Externado de Colombia, especialista en Gestión Cultural y con Maestría en Derecho Comercial, amante de la historia y columnista del diario La Patria, es uno de los candidatos que aspira a ser elegido alcalde de la ciudad, en esta ocasión con el aval del partido Dignidad y Compromiso. 

Nació en el barrio Ondas del Otún de Manizales y realizó en la Juan XXIII sus estudios primarios, “era una escuela maravillosa solo de niños, con un ambiente muy chévere, no se usaban uniformes. Me tocó la época del pan y no la del pan y la leche, con don Álvaro Silva, el más afamado de los rectores de la escuela”.

Su Padre, Gerardo González, ya fallecido, trabajaba en el Seguro Social y su madre, Mariela Sánchez, era ama de casa. Tiene dos hermanos, José Fernando y Juan Carlos, no tiene hijos y está soltero, pero comprometido con Ángela Patricia. 

A los 10 años se trasladaron a La Enea y fue en la Escuela de ese sector en donde realizó sus estudios de bachillerato: “Nosotros no teníamos casa y a través del Instituto de Crédito Territorial logramos conseguir una vivienda en el barrio La Enea, para donde nos fuimos tras un paso muy breve por la Sultana. Estudié en el San Pío X, con muchas dificultades, recuerdo que ese colegio era muy desafortunado, tenían unas estructuras prefabricadas regaladas; para la clase de educación física nos tocaba llevar palas para sacar tierra, y llevar las sillas de la casa para sentarnos en los salones, eso fue una cosa impresionante”.

No olvida El día que un alcalde de la ciudad llegó a la institución para inaugurar unos sanitarios: “Yo era representante estudiantil del colegio y me escogieron para dirigir unas palabras; me pareció que era muy importante lo de los baños, pero tampoco. Ahí, delante de los estudiantes y profesores, le dije, chévere lo de los baños, pero tenemos muchos problemas, e hice una intervención muy crítica. Detrás de mí había un profesor que me decía, o finaliza o le quito el micrófono, y eso terminó en que mi conducta del mes fue calificada como regular y en disciplina me pusieron seis, eso nunca lo olvidaré, ahí tengo el boletín”.

Francisco Javier siempre fui rebelde en el colegio, pero reconoce que un profesor de español supo canalizar su rebeldía, “me invitó a participar en grupos de teatro y cuando terminé ya escribía obras de teatro, siempre fui un amante de ese arte”.

Prestó servicio militar y allí hizo sus primeros pinitos como locutor y periodista: “Ese año me fui para el Cesar, pero primero llegué a Armenia, en donde nos prepararon dos meses y luego, para trasladarnos a otra guarnición, le preguntaron a la tropa quiénes sabían hacer algunas actividades, manejar carro, cocinar, etc., y dijeron que iban a montar una emisora del Ejército y necesitaban soldados que supieran de comunicaciones, de radio, de programación, yo salí al frente y dije que era locutor; me pusieron a narrar, y como yo había estudiado teatro pues me defendí bien haciendo lo que me tocó y fui escogido para la emisora del Ejército en el César. Cuando salí me fui a pedir trabajo por las emisoras, y la única emisora que me dio la oportunidad fue La Voz de los Fundadores, pero estuve muy poco tiempo”.

Sus estudios

Sentía que debía estudiar algo, al menos para conocer mis derechos y los derechos ajenos, pero la única posibilidad que yo tenía era en la universidad pública, porque mi papá ya no estaba y mi mamá era una pensionada de un salario mínimo, no teníamos posibilidades de pagar una universidad privada. Me presenté a derecho en la Universidad de Caldas y estando en Sincelejo en una excursión, mi mamá me dijo que había salido beneficiado; esa fue la dicha más grande, me dio tanta alegría que escribí un cuento, donde narré la historia, yo sabía que eso iba a cambiar mi vida y afortunadamente así fue”.

En la Universidad de Caldas fue representante estudiantil, trabajó con grupos de investigación y conoció un profesor que era el director Jurídico de la Cámara de Comercio que lo invitó a trabajar con él, “trabajé allí mientras estudiaba, luego me gradué y continúe hasta completar cinco años con la entidad. Gracias a la Universidad y a la Cámara de Comercio, ingresé como profesor de la Universidad y de ahí empecé hacer estudios de posgrados en tributaria. Me gané una beca con un trabajo de pregrado que hice y me fui para el Chocó, estuve por todos sus pueblos e hice un trabajo sobre comunidades negras”.

El Trabajo

El primer trabajo que tuve fue en una ebanistería lijando tablas, pero también vendía helados en la cancha de fútbol. Yo sentía que no me podía quedar así, me presenté a una cooperativa y encontré trabajo de mensajero; era una cooperativa que hacía viajes turísticos y terminé como guía”.

´Pacho`, como le dicen sus amigos, fue Consultor Independiente, abogado de las cámaras de Comercio de Manizales, Chinchiná y Santa Rosa de Cabal. Asesor de Empresas públicas y privadas. Profesor de las Universidades de Caldas por más de 20 años, La Nacional, La de Manizales, La Católica Luis Amigo y Uniremington. También fue Decano de la Universidad de Caldas, concejal y presidente de esa Corporación en Manizales. “Hace más de 20 años soy profesor de la Universidad de Caldas y de prácticamente todas las universidades de Manizales, eso me ha dignificado como persona, estar vinculado a la docencia me ha dado grandes satisfacciones, es de las cosas más bonitas que me han pasado en la vida”.

Estando en la cámara de Comercio, tomó la decisión de independizase, “eso hace 20 años, tengo mi oficina y trabajo especialmente en el derecho comercial por mi experiencia en la Cámara de Comercio”.


La política

Dice que desde que estaba en segundo de primaria en la Juan XXIII está vinculado a la política, “siempre he sido muy sapo, ahí comencé a ejercer la política, es decir comencé a participar, a pensar, a preocuparme, a estimular y sentir las cosas. Le digo desde segundo porque en la Escuela existía la Cruz Roja Escolar y un profesor muy querido dijo ¿quiénes quieren pertenecer a la Cruz Roja de la Escuela? y yo comencé ahí a participar, en un tema que es de beneficio para la Escuela, luego me metí a los scouts, y desde ese momento siempre he estado participando”.

Ya en los procesos electorales, a raíz de lo ocurrido con el Transporte Integrado de Manizales (TIM), que fue demandado por el hoy candidato a la Alcaldía de Manizales, unos empresarios de transporte lo buscaron, porque eso los benefició a todos, “Claudia Cristina Gómez empresaria de su Socobuses me buscó, primero porque tenía la inquietud de saber quién fue ese abogado que demandó y paró esa vaina. Después me propuso que me lanzara de candidato al concejo que ellos me apoyaban. La primera preocupación mía era y ¿por qué partido?, porque hay unos por los que yo jamás me presentaría, y ella me dijo que era por el Partido Verde, eran las épocas más amables de ese partido, y aceptamos, logrando al final un cupo”.

Fue presidente del Concejo porque se presentaron una serie de circunstancias que así lo permitieron, “desde mi presidencia lo modernicé, no solo técnica, sino administrativamente. Y para responder a ese compromiso, decidí no presentarme para las elecciones del 2015 y concentrarme en la presidencia del Concejo, porque es preferible dejar de un lado los intereses particulares y luchar más bien por los colectivos”.

El Candidato

Siempre he sido amigo de la gente de Dignidad y Compromiso, de los fajardistas, de Robledo, de Óscar, hace mucho tiempo nos conocemos y nos hemos encontrado a tomar café. El año pasado empezamos hablar del proceso electoral y la participación que deberíamos tener; optamos porque se debía tener un candidato para la Alcaldía y fue ahí que ingresé al partido, hice todo el proceso, conformamos las listas, y aquí estamos”, manifestando.

Considera que la ciudad tiene muchos problemas y que se debe trabajar unidos para sacarla adelante, “El principal problema de Manizales, y el concejo debe tomar conciencia de ello, es que la ciudad está seriamente fracturada y fraccionada, no solo en lo social, sino en lo ambiental y económicamente”.


Afirma que no se tiene planeación estratégica, “estamos haciendo un montón de obras y tomando decisiones políticas que no logran definir el crecimiento de la ciudad en términos de planeación estratégica. Cuando hablamos del Aeropuerto del Café, la ciudad y la región lo necesitan, pero hemos fallado en vender la idea, generando conciencia de su importancia; solo un sector de la sociedad cree firmemente en esa necesidad. En Pereira la gente al hablar del aeropuerto Matecaña lo ven como un símbolo de la ciudad; mejor dicho, para nosotros los La Catedral; para ellos el aeropuerto, porque hay unos símbolos que juegan algo importante”.


Una ciudad desconectada

Le preocupa las diferencias entre distintos sectores de la ciudad, “usted ve que entre las comunas Ciudadela del Norte y Nuevo Horizontes está la cuarta parte de la población de Manizales con más de 100.000 habitantes, en solo dos comunas, pero usted las ve como desconectadas de la ciudad, la gente a veces ni sabe que existen, ellos están desconectados en todos los niveles. Y si miramos para otro lado, la zona de expansión urbana hacia el kilómetro 41, hacia donde está el desarrollo de Manizales, se ha venido desenvolviendo solo para determinados sectores de la población, la pregunta es, ¿esa es la planeación estratégica que queremos para la ciudad?”.

Manifiesta que se está exacerbando a la población, “las personas de no tantos recursos por allá lejos y las que tienen recursos por el otro extremo y en el medio, el centro, pero ya nadie quiere vivir allí”.


Cree que el Concejo requiere de renovación en por lo menos el 50% de sus integrantes para darle otra dinámica al trabajo del mismo: “El concejo tiene un reto primordial y es la idoneidad, el conocimiento y la ética. Hay que preguntarle a los que quieren llegar a esa corporación, qué buscan, porque está claro que debe llegar gente que sepa, que conozca la ciudad, que esté en capacidad de generar un escenario de diálogo público, una deliberación democrática, pero más importante, personas incorruptibles, porque muchas quieren llegar a desarrollar sus avaricias y codicias personales, a cargo del erario público. Ahora hay mucha mujer y mucho joven intentando llegar, ojalá lo logren”.

Francisco Javier, hablando de los estudiantes que hoy tienen las universidades de Manizales, indicó que “hace no mucho tiempo la Universidad de Caldas era la de mayor cobertura y número de estudiantes de todas las universidades del Eje cafetero, hoy ya no lo es, y no somos la segunda, somos la tercera en materia de gestión de recursos del número de estudiantes, por encima están la Universidad del Quindío y la Tecnológica de Pereira”.

Se queja del caos que en materia de transporte vive en la ciudad, “hoy del centro a la Enea nos estamos gastando entre 50 minutos y una hora, eso es increíble”, dice.

Está convencido que el reto de un buen alcalde también depende del compromiso de un buen Concejo, “hoy es muy fácil que la gente salga a criticar al actual alcalde, ha cometido errores, tiene defectos, eso es evidente; pero eso es una responsabilidad compartida con el Concejo de la ciudad: Si el alcalde va a terminar esta administración saliendo por la puerta de atrás, con él tienen que salir los concejales, porque ese concejo hizo una pésima gestión, los eligen para hacer control político, y muy pocos se salvan, entre ellos Adriana Arango que fue coherente de principio a fin”.

Las encuestas

Al hablar de la forma como vive un candidato que no figura en las encuestas y tiene pocas posibilidades, comenta que curiosamente para la última conocida a él lo llamaron y le hicieron dos preguntas, si pensaba votar y por qué candidato lo haría, nombrándolo a él entre quienes figuraban en la encuesta. “Me parece que las encuestas no le están haciendo un aporte significativo a la democracia, porque lo que hacen es exacerbar las prácticas corruptas, enviando indicadores que hacen que la sociedades se muevan en la línea incorrecta. No podemos olvidar que desde 1988 que fue cuando se reformó la Constitución y surge la elección popular de alcaldes, más que elegir candidatos hay que elegir programas, nosotros nos hemos tomado ese trabajo de hacer un buen programa, las encuestas jamás le preguntan a la gente si conoce los programas o sus propuestas, o cuál es la propuesta que más le gusta de un candidato, eso nunca lo preguntan. Las encuestadoras en lo que respecta a los entes territoriales no favorecen la democracia, la debilitan”.

El fracaso de San José

Un problema grave que tenemos es el fracaso de la Comuna San José, ese es el símbolo de lo que hoy es la ciudad, y no se lo voy a decir con palabras, se lo voy a decir con imágenes. Aquí viene un turista y somos el paraíso, pero si queremos mostrarle de verdad que es la ciudad, llevémoslo a San José, somos desgreño, corrupción, falta de planeación, aislamiento, desplazamiento, exclusión, fraccionamiento, es ahí en donde tenemos que prestar atención, tenemos que solucionar primero nuestros problemas”.


Sin Turismo y sin cultura

Para él, el turismo y la cultura están pasando por un muy mal momento, “Manizales como destino turístico nacional no está. En el Eje Cafetero primero está el Quindío y Pereira tiene un aeropuerto de buenas condiciones, Manizales no, tenemos que pensar en eso”.

No le vamos a jalar a la Secretaría de Cultura que hicieron, eso es un adefesio Jurídico, pretendemos conservar el Instituto de Cultura y Turismo, que sea autónomo, que tiene problema sí, pero no podemos liquidarlo, porque con esa lógica tendríamos que liquidar Assbasalud, y muchas otras que tiene problemas, porque según eso, nos vamos a quedar sin Estado”. Propone escindir el Instituto de Cultura y Turismo y que la Feria de Manizales tenga su propia Corporación, “que sea autónoma y demuestre de qué está hecha, así como funcion en la Feria de Cali, el Carnaval de Barranquilla, el Carnaval de Negros y Blancos en Pasto, ellos son autónomos, porque la otra entidad se tiene que dedicar al arte y a la cultura, a la literatura, a las ferias de libros. Debemos cambiar la Biblioteca Pública Municipal, da tristeza hoy ver como a la ciudad no le interesan ni la memoria, ni el conocimiento, ni la lectura, si uno va a la biblioteca municipal hoy, se entera de cómo era Manizales hace 50 años. Y ni hablar del Archivo Municipal, que está desde 1859, no está digitalizado y si se nos incendia, se nos acaba la historia”.

Dice que no hemos aprovechado la declaratoria del Eje Cafetero como Paisaje Cultural Cafetero, “hace 13 años que se hizo y de eso ni se habla. Estamos sentados en la gallina de los huevos de oro, somos declarados patrimonio de la humanidad por la Unesco y de eso nada, ni en las escuelas, ni en los Colegios, solo la Universidad Nacional, los políticos menos, porque a los políticos no les interesa la cultura. El Paisaje Cultural Cafetero debemos liderarlo desde Manizales, ahí tenemos muchas posibilidades para trabajar”.

Principio Fundamental de su campaña

Una ciudad inteligente como generadora de valor y desarrollo. “Una ciudad inteligente es aquella que se desarrolla según un código de valores compartido, poniendo a las personas en el centro; tiene un proyecto de futuro que aprovecha sus activos de excelencia como vectores de desarrollo hacia un modelo urbano [y rural] deseable; e incorpora las más avanzadas tecnologías de la era digital al servicio de una visión”.

(San Salvador del Valle et al., 2022, p.77).

Sigue leyendo