La estructura, ubicada junto a la Gobernación de Caldas, presenta riesgo de colapso. Aunque la Alcaldía de Manizales ha solicitado en varias ocasiones el permiso para su demolición, la autorización del Ministerio de Cultura aún no ha sido emitida.
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La Unidad de Gestión del Riesgo de Manizales (UGR), con el apoyo de las Secretarías del Interior, Cultura, Planeación y la Inspección de Policía, lidera las acciones técnicas y de seguridad en torno a la edificación que resultó destruida por un incendio el pasado 10 de diciembre. El inmueble, donde funcionaba un hotel y que se encuentra a un costado de la Gobernación de Caldas, presenta daños graves y riesgo de colapso, lo que mantiene cerrada una de las vías principales del centro de la ciudad.
Desde el mismo día de la emergencia, la UGR activó el protocolo de evaluación estructural y determinó que el inmueble representa una amenaza inminente para los transeúntes y residentes aledaños. Sin embargo, al tratarse de un bien declarado patrimonio arquitectónico nacional, su intervención depende de la autorización del Ministerio de Cultura.
“Enviamos los informes técnicos, conceptos estructurales y demás documentación solicitada por el Ministerio. Estamos listos para ejecutar la demolición, porque la edificación amenaza ruina y pone en riesgo a la comunidad, pero no podemos intervenir sin su aprobación”, informó el director de la UGR, Diego Armando Rivera Gutiérrez.
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Medidas preventivas adoptadas
Mientras continúa el proceso administrativo, la Unidad de Gestión del Riesgo ha implementado acciones para mitigar posibles incidentes:
- Evacuación total de la vivienda contigua.
- Cierre de la vía e instalación de señalización y vallas de seguridad.
- Monitoreo constante mediante vuelos de dron y seguimiento técnico.
- Contrato de demolición asignado y listo para activarse una vez se otorgue la autorización ministerial.
Según el reporte oficial, la fachada del inmueble continúa en pie, pero presenta inclinaciones hacia la vía. El tercer nivel colapsó casi por completo, al igual que parte de la estructura lateral derecha, lo que incrementa el riesgo ante la exposición directa a las lluvias y el deterioro progresivo del material.
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Prioridad: proteger la vida
La UGR reconoce las afectaciones a la movilidad en el centro de la ciudad, pero reitera que la seguridad de la ciudadanía es la prioridad.
“Sabemos que la situación genera incomodidad por el cierre de la vía, pero prima la vida. Hasta que no tengamos el permiso del Ministerio, no podemos demoler. Seguimos enviando informes de manera permanente para que el concepto llegue lo más pronto posible”, indicó Rivera Gutiérrez.
El inmueble fue declarado Bien de Interés Cultural por su valor histórico y arquitectónico, por lo que no puede ser intervenido sin autorización nacional. Aunque el mantenimiento corresponde al propietario, la Administración Municipal, a través de la UGR, mantiene vigilancia técnica permanente y preparación logística para actuar en cuanto se emita el permiso correspondiente.
