Desde La Veintitrés Manizales, reportamos un momento intenso en La casa de Alofoke, reality grabado en la República Dominicana, cuando Melissa Gate, influencer colombiana, rompió en llanto ante la presión de varios de sus compañeros. El episodio, ocurrido recientemente, dejó en claro que la dinámica entre los concursantes y la propia estrategia grupal contra la joven es tema de debate entre seguidores y críticos de la competencia.
Antecedentes señalan que la participación de Melissa Gate ha generado expectativa y divisiones dentro del programa, alimentando una conversación que se ha trasladado a las redes y que ahora se cruza con su paso por La casa de los famosos Colombia 2025, donde formó alianzas y confrontó a Karina García. En este momento, el programa se graba en la República Dominicana y la escena de llanto ha impulsado un análisis sobre la supuesta estrategia de presión por parte de varios colegas.
Reacciones en redes y el debate sobre el karma
Las reacciones en redes se dispararon, con más de 66,000 interacciones y una gama amplia de opiniones sobre el comportamiento de Gate, su desahogo emocional y la dinámica de presión colectiva. En general, algunos usuarios comentan que Melissa no lleva ni 24 horas y ya se autopone como víctima, mientras que otros rememoran episodios en Colombia y cuestionan la forma de responder. Entre los comentarios más compartidos se menciona que «el karma siempre llega y se escribe con ‘K’ de Karina», o que «Ella no llora por ser la víctima, llora porque necesita su cocaína», entre otros ejemplos de censuras o condenas. Se escucha también a quienes sostienen que «definitivamente Melissa las tiene mal» y a quienes advierten que la situación podría reabrir debates sobre la ética entre participantes.
«A veces a uno le da impotencia, es que varias personas se unen para hacerte la vida imposible, o sea, pues que fuera una sola persona contra uno, listo, bien, bacano, pero varios, o sea, y ahí es cuando uno dice que gonorrea la gente, parce», Melissa Gate, influencer colombiana
La producción del programa se mantiene en República Dominicana y, pese a la repercusión, no hay pronunciamientos oficiales sobre el incidente hasta ahora. El episodio ya forma parte de la conversación sobre la carrera de Melissa Gate en reality shows y promete mantener vigentes las discusiones sobre la autenticidad de las dinámicas de grupo, el manejo emocional en espacios de alta presión y la idea de “karma” que persigue a la protagonista en distintos formatos televisivos.
