La Veintitrés Manizales presenta el testimonio de Sofía, una joven que fue reclutada por el Clan del Golfo a los ocho años y que, tras vivir abusos y violencia durante su tiempo en la estructura, logró salir. Su relato se utiliza como un ejemplo visible del programa de desmovilización y reintegración promovido por el Ministerio de Defensa, una ruta que se articula con iniciativas como Hogares de Paz, ARN y Gahd para acompañar a desmovilizados y sus familias en Colombia, aunque la localidad exacta no se especifica en su historia.
En este marco institucional, vigente desde 2022, la desmovilización y reintegración se sustenta en directivas permanentes para actualizar incentivos y en un conjunto de acciones de atención integral que incluyen educación formal, formación laboral y capital semilla, coordinadas con autoridades locales y la Fuerza Pública. La problemática de estigmatización laboral y de seguridad para quienes dejan las armas persiste como desafío, pero las autoridades sostienen que la ruta de reintegración busca reducir la violencia y promover una vida en paz con acompañamiento institucional.
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Este reportaje detalla el testimonio de Sofía y el alcance del programa de desmovilización. Sofía ingresó al Clan del Golfo a los ocho años y denuncia abusos graves, entre ellos violencia sexual y tortura. Su proceso de desmovilización fue acompañado por Hogares de Paz, ARN y Gahd, con la posibilidad de aprender un oficio y desarrollar proyectos de vida. Existen incentivos y entregas para la desvinculación de menores y de otros integrantes, la entrega de material de guerra y la obtención de información útil para las autoridades, además de programas de apoyo económico y social. Hogares de Paz establece una duración de 90 días para desmovilizados y sus familias, dentro de la ruta de reintegración.
«Si no transformamos el territorio, no va a poder haber seguridad» – Ministro de Defensa
«Con incentivos y acompañamiento integral, cada persona que deja las armas no solo rompe con la violencia: abre un camino hacia una vida digna y en paz» – Ministro de Defensa
«Todo eso que le dicen es mentira. Allá uno sale o es violado o muerto. A los doce años, me pusieron a torturar una persona solo porque no quería pagar unas vacunas» – Sofía
«A mí me violaron porque un comandante quería y yo no quería nada con él; me cogió a la fuerza. Me violó porque quería, porque sí, porque ellos son los que mandan» – Sofía
Las cifras registradas en el marco de la desmovilización y reintegración muestran variaciones: desde 2022 se reporta que han desmovilizado más de 400 personas, y otra cifra sitúa ese umbral por encima de 450; por su parte, 891 personas han sido desvinculadas y más de 1.800 han sido sometidas de manera voluntaria. En cuanto a incentivos, se informa que la desvinculación de un menor puede recibir montos que comienzan en 2,5 salarios mínimos legales mensuales, con entregas que pueden alcanzar 280 para la presentación de un cabecilla principal. Hogares de Paz establece 90 días de atención para desmovilizados y sus familias, como parte de la ruta de reintegración destinada a reducir la violencia y a promover la reinserción social, en un esfuerzo por enfrentar la vulnerabilidad y la estigmatización que acompañan a estos procesos en algunos sectores.















