No soy el periodista favorito, la voz cantante, ni rompo las redes con viralidad y tráfico.
Admiro y emulo a Juan Gossain, Javier Giraldo Neira, Guillermo Lema Salazar y José Fernando Corredor, quienes fueron mis maestros, con su inveterada costumbre de informar sin mentir, de asumir posiciones verticales sin sometimientos, con carácter y estilo.
A no bajar el pie del acelerador en la pasión por compartir conceptos y noticias. A no convertirme en payaso de las redes sociales. A predicar que ningún periodista es más importante que el hecho y sus protagonistas. Que “una noticia mal informada es como un atraco a mano armada”.
De ellos, la libertad de expresión y pensamientos.
El galardón “Vida y obra de un periodista” que me otorgó la ACORD, (Asociación colombiana de periodistas deportivos) me llegó, por su significado, como anillo al dedo, para no declinar en mi deseo de informar con veracidad hasta mi muerte.
Mi espíritu se regocija agradecido y felíz. Por ello, un abrazo emocionado para todas las personas que me enviaron mensajes con calidez y contenido. Que el TODOPODEROSO las bendiga. ¡Cambio y fuera!















