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Por Bruno Seidel Arango

Se tenía que decir y se dijo…  Les voy a contar una anécdota, en estos días me encontré con una señora muy cercana, una señora ya de edad y muy compungida me hizo un reclamo, ¿Bruno, cómo es que usted nos vendió la CHEC?  Es un concepto que se ha ido vendiendo, que vendí la CHEC, que iba a vender la ILC, etc., etc.

Un poco historia, la CHEC nace en la década del 40, y hay tres etapas en que yo divido su historia:

Los primeros 40 años hasta la década del 80, una empresa en construcción, creciendo, muy técnica, manejada con todo el cuidado y toda la decencia; una segunda etapa del 80 al 2000, le entró la política a la compañía, hubo malos manejos, exceso de burocracia, etc., y una tercera etapa que es la llegada de EPM, del 2003 a hoy, como accionista mayoritario de la compañía. 

Hay un paradigma y es que se ha dicho que la CHEC siempre ha sido de nosotros. Eso es una mentira, en el 2003 era el 60% propiedad de la Nación y el 40% de la región; en el 2003 fue la crisis, y voy a explicar un poco mi teoría de por qué la crisis. En este momento capitalizó EPM, no se compró ni se vendió, simplemente capitalizó, puso una plata porque la empresa estaba totiada y se quedó con un 55% de la compañía, un 26% seguía en manos de la Nación a través del Ministerio de Hacienda, y un 19% propiedad de la región.  El gran propietario de la región era el departamento de Caldas.

¿Cuáles son las causas?, La verdad que todos tenemos en la cabeza, es que la CHEC se quebró por malos manejos, y sin duda ese fue un gran elemento en esa segunda etapa entre el 80 y el 2000, y ese fue el punto de quiebra.

Hay otros hechos que también fueron ciertos independientes de los malos manejos, lo primero, el Estado colombiano no había pagado durante mucho tiempo, los subsidios que las empresas ya le habían dado a todos sus usuarios por su alta ruralidad, y porque tiene muy poquitos usuarios en el estrato 5 y 6, industrial y comercial; lo que indica que la CHEC es deficitaria. En ese momento la nación le debía $ 250 mil millones, esos son 150 millones de dólares de la época, esa es toda la plata del mundo. La capitalización de EPM fueron $ 150.000 millones, o sea, si la Nación paga, no se hubiera necesitado la capitalización.

Había otro elemento fundamental que era el retraso en la actualización tarifaria, cada cinco años, dice la norma, que se debe actualizar la tarifa, no se había actualizado y estaba retrasada, pero se sabía que ya rápido venía una actualización; además una actualización que iba a ser importantísima, que creo que fue como del 30% en el valor de la tarifa.

EPM como capitalizador lo sabía, y sabía que ahí estaba la gran oportunidad, sin embargo, en ese momento la empresa estaba endeudada, sin caja.  El sector financiero apretó a la CHEC y la llevó a un arrinconamiento en que casi es intervenida; y usted ya en términos de que lo van a intervenir, pues del ahogado el sombrero, la CHEC tuvo que ir a capitalización, y esa capitalización la hizo el grupo EPM.

Para claridad, yo llegué en el año 2005, dos años después de la llegada de EPM a la región y me retiré en el 2013. Otro dato, EPM capitalizó a 3.000 millones de pesos el punto porcentual de propiedad, a los 4 años, la Nación le vendió a EPM el 27% de su participación y la vendió a 10.000 millones de pesos punto, o sea, en cuatro años pasó de valer un punto tres mil millones a 10.000 millones de pesos, inclusive esa plata que cogió la nación que fueron 270 mil millones aproximadamente, 200.000 fue lo que le metieron al Aeropuerto de Palestina, que son los recursos famosos de los escándalos de 2009.

En ese momento EPM queda con el 81% de la propiedad de la CHEC, sale la Nación y el departamento y la región quedan con el 19%. 

Tengo una anécdota muy simpática, cuando llega el problema que se tuvo en Hidroituango, EPM salió a decir que iba a vender unos activos. Me reuní con el gobernador y con unos numeritos muy de servilleta, le dije, gobernador, esta es la oportunidad para recomprar la CHEC, que se haría con los mismos recursos de utilidades, no tenía el departamento que poner en últimas platas propias, pero eso no se dio y en EPM me declararon persona no grata. 

Al final para los de acá yo era malo porque la vendí, y para los de allá era malo porque estaba proponiendo que la compráramos, es decir para las dos partes yo era una porquería, pero bueno, esa es la vida, todo lo del pobre es robado. Acá lo importante es que hablen de uno, bien o mal, pero que hablen. Tengo mi conciencia tranquila y duermo como un bebe. 

Esa es mi verdad, en vez de venderla lo único que hice fue recuperarla, y creo que con lujo de detalles y de resultados.

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