Un informe trimestral divulgado por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca, CAR, señala que Mochuelo, en el sur de Bogotá, registró picos de contaminación entre julio y septiembre de 2025. La estación Bogotá Rural Mochuelo fue la única por encima del límite durante el 6,5% del tiempo analizado, una situación que se atribuye a emisiones industriales y ladrilleras en la zona y a la topografía del valle rodeado de montañas, factores que dificultan la dispersión de las partículas PM2.5 y PM10.
En contraste, 27 estaciones distribuidas en 25 municipios reportaron cifras dentro de los parámetros normativos, gracias a un monitoreo continuo 24/7 mediante el Sistema SVCA con estaciones estratégicas. En la mayoría de los puntos de observación, la calidad del aire para PM2.5 recibió una calificación de “Buena”. En agosto las lluvias ayudaron a contener las concentraciones de contaminantes, mientras que en septiembre, al disminuirse las precipitaciones, se registraron aumentos en PM, aunque nunca se superaron los límites máximos de la normativa para PM2.5 y PM10. Además, no se identificó presencia relevante de contaminantes provenientes de fuentes externas.
La geografía de Mochuelo y la respuesta de las autoridades
La ubicación de Mochuelo, en un valle rodeado de montañas, favorece la acumulación de contaminantes y complica su dispersión. Con SVCA realizando monitoreo 24/7, la atención se centra en PM2.5 y PM10 y en las emisiones industriales y ladrilleras de la zona, tal como se señala en el informe. Este informe forma parte de un boletín trimestral de calidad del aire y subraya la necesidad de mantener la vigilancia para responder ante posibles cambios meteorológicos y ambientales que podrían alterar las condiciones de exposición.
«El comportamiento del aire en la jurisdicción fue favorable en términos generales; los valores registrados se mantuvieron dentro de los rangos de seguridad para la salud humana» – Blu Radio, fuente técnica
Las autoridades destacan que, pese a los picos observados, las concentraciones de PM2.5 y PM10 no excedieron los límites legales, y que la vigilancia de la calidad del aire continuará de forma ininterrumpida para proteger la salud pública. Se mantiene además un llamado a reducir las emisiones locales, especialmente de las industrias y ladrilleras de la región, ante la posibilidad de cambios ambientales que podrían modificar la dispersión de contaminantes y afectar poblaciones sensibles en futuras evaluaciones.

















