Mujeres indígenas y campesinas de Caldas buscan un empoderamiento que traiga paz

Compartir en redes sociales

Dos colectivos, uno de Riosucio y otro de Samaná, trabajarán durante un año de la mano con la Universidad Autónoma de Manizales, con apoyo español, por cerrar brechas y mejorar las condiciones de vida. Hay optimismo con el proyecto.

Por ALEXANDER BECERRA O.

Beatriz Uchima lleva el tema ancestral en la sangre. No lo disimula en lo más mínimo y por el contrario, lo sublima de manera auténtica; Yohana Gómez, por su parte, tiene todo el vigor de la mujer campesina y ha logrado dominar el pánico escénico como ninguna en su comunidad.

Además de aguerridas, emprendedoras y visionarias, estas mujeres tienen en común que son las cabezas visibles de dos colectivos con los que la Universidad Autónoma de Manizales, en colaboración con El centro de Investigación por la paz Gernika Gogoratuz, de Bilbao, España, desarrollarán el proyecto ‘Empoderamiento de Mujeres Indígenas y Campesinas en el Departamento de Caldas’.

La iniciativa fue presentada el viernes y busca empoderar a las mujeres campesinas e indígenas del Eje Cafetero, particularmente de Riosucio y Samaná, con el fin de reducir las desigualdades de género, mejorar las condiciones de vida y garantizar los derechos humanos, todo ello en busca de una paz territorial.

Beatriz Elena Uchima Guerrero.

Beatriz Elena Uchima Guerrero (para ser más precisos) representa al Resguardo Indígena de origen Colonia Cañamomo Lomaprieta, ubicado en los municipios de Riosucio y Supía, el cual es considerado uno de los más antiguos de Colombia.

Desde el 1° de enero de este año es una de las 3 mujeres que ocupan puesto en el Concejo de Supía, lugar al cual llegó con el apoyo de 302 votantes. Desde allí ha liderado la defensa de su comunidad. Sin embargo, tiene muy claro que no puede descuidar el trabajo que viene desarrollando desde 2016, cuando se conformó la Asociación de Mujeres del Resguardo, que le apunta desde entonces a los emprendimientos.

Advierte que no son unos emprendimiento cualquiera, son saberes que vienen de toda la vida e inmortalizados por las manos de 80 mujeres, los mismos que se pretenden proteger y fortalecer con este proyecto de calado internacional, que es financiado por la Diputación Foral de Bizkaia, España.

“Es muy importante no dejar en el olvido la historia de nuestras mayoras, de las mujeres que nos formaron, porque es un legado que nos han dejado a las personas que estamos hoy. De ellas aprendemos, de sus luchas de sus historias, también de lo que ellas han luchado. Ese aprendizaje debemos replicarlo a otras mujeres.

Nuestro objetivo, ahora, es poder seguir fortaleciendo todo eso que venimos trabajando, porque es muy duro cuando no se tienen los medios logísticos para tener a nuestras mujeres. Poder formarlas en un año en todos los proceso sería una victoria con este proyecto”, señala Uchima Guerrero.

La representante del Resguardo Indígena de origen Colonia Cañamomo Lomaprieta la tiene clara y es reiterativa en ello: la importancia de este proyecto es fortalecer lo que tiene qué ver con los emprendimientos y la prevención de la violencia intrafamiliar, tareas que tiene impacto en Riosucio y Supía, donde 200 integrantes trabajan de sol a sol en temas de la caña, la panela, agricultura, artesanías y gastronomía.

“La panela y la agricultura sostienen la parte económica en nuestro territorio, entonces esto es un conocimiento de toda la vida, que no podemos dejar perder”, puntualizó.

Del campo con amor

La Asociación Ecoheliconias está compuesta por 30 mujeres campesinas del corregimiento de Encimadas, en Samaná, Caldas. Su lideresa siente un orgullo casi patrio por el trabajo que realizan estas mujeres, el cual califica de increíble. “Su dedicación y esfuerzo son una verdadera inspiración para todos”, advierte.

Es Yohana Inés Gómez Cardona, quien describe las tareas de su colectivo como si fuera un juego de muñecas, por el carisma que le imprimen a cada elaboración. Ellas tienen como labor recuperar y transformar material reciclaje, como cartón y papel.

“Las expectativas con este proyecto son muy altas. Aquí nació Ecoheliconias, es como un hijo de Colombia Científica. De ahí salió nuestro proyecto de transformación de residuos y con este nuevo proyecto queremos fortalecer más esas capacidades que hemos adquirido desde el 2019, cuando empezamos con formación y emprendimiento.

La gente es escucha el nombre de nuestro corregimiento y enseguida lo asocian con Ecoheliconias. Nosotros hacemos papel artesanal plantable. La idea no es solamente transformar el papel y que ya se quede ahí, es que al sembrarle la semilla a este papel podamos devolverle a la tierra lo que nos dio”, puntualiza esta hija de la tierra, quien trabaja con mujeres de entre 15 y 75 años de edad.

“Un país sin paz es un país inviable”

Entre las características del proyecto, quedó consignado que tendrá una duración 12 meses, que impactará a 110 mujeres y por tanto a sus núcleos familiares y ante todo, que tiene en el horizonte el referente de la paz duradera y el respeto por la vida.

Rector de la UAM, Carlos Eduardo Jaramillo Sanint.

Esa idea de la sana convivencia entre colombianos, de la cual se habla de generación en generación, y que parece terriblemente esquiva, es sin embargo, a la cual le apunta la Universidad Autónoma de Manizales (UAM), con algunas estrategias, entre ellas el programa de Paz y Competitividad, que desde hace más de dos décadas marcha por los pasillos del claustro educativo.

El rector de la UAM, Carlos Eduardo Jaramillo Sanint, señala que trabajar del lado de la comunidad siempre será un reto, pero sabe que hay potencial de lado y lado para hacer de esto un proyecto exitoso.

“Creo que tenemos mucho que aprender, también mucho por compartir, y este espacio nos va a permitir seguir continuando con esa línea de contribuir con el desarrollo de nuestras comunidades.

Desde nuestros inicios hemos tenido en nuestra misión un compromiso con la convivencia pacífica y el desarrollo de la región. No en vano, nuestro programa de Paz y Competitividad lleva 22 años, en la búsqueda de oportunidades, capacidades, compartir conocimiento para el desarrollo. Un país sin paz es un país inviable. Todo lo que hoy vivimos, que parece parte del paisaje, nos tiene generar un llamado de atención”, señala el directivo, quien agrega que pese a todo Colombia es un país de comunidades buenas, de noticias buenas. “Es lo que nosotros queremos mostrarle al mundo”.

“Tenemos un sueño”

María del Carmen Vergara Quintero, directora de Investigación, Innovación y Emprendimiento de la Universidad Autónoma de Manizales, y el docente Jorge Norvey Álvarez Ríos, del Departamento de Territorio y Paz, son dos de los cerebros en la construcción del proyecto ‘Empoderamiento de Mujeres Indígenas y Campesinas en Caldas’.

Saben acerca de la importancia de la aplicación de la iniciativa y confían en su éxito, el cual, dicen, estará dado en la medida en que dentro de un año haya un grupo de mujeres muy empoderadas de sus ejercicios de emprendimiento, que puedan comercializar sus productos y que puedan mejorar el nivel de desarrollo de emprendimiento, basado en innovación.

“Es un proyecto maravilloso que aporta al desarrollo de capacidades locales en las mujeres indígenas y rurales de Caldas. Tenemos un sueño muy importante y es cerrar esa brecha entre la producción y el uso del conocimiento científico, cómo se usa ese conocimiento para aportar a la transformación social y productiva del departamento. En este caso particular con las mujeres y sus entornos”, enfatiza Vergara Quintero.

Cabe destacar aquí que ese impacto que se busca tener en las más de 100 mujeres de Caldas será objeto de una retroalimentación con mujeres de España. Un encuentro, que está programado para el mes de febrero del 2025, permitirá intercambiar saberes.

Eso les dará la oportunidad a nuestras mujeres de conocer esa versión de otras mujeres que viven experiencias similares para que ojalá, con esas ideas, puedan reconstruir y reformular sus ideas de emprendimiento”, agrega la Directora de Investigación, Innovación y Emprendimiento de la UAM.

Y es que la génesis del proyecto fue precisamente eso, un proceso de diálogo, entre academia y las comunidades, el cual llevó a plantear retos.

“Las mujeres hicieron parte del proceso de construcción. No podemos partir solamente de datos, sino de qué es lo que pasa realmente en los territorios. Los datos existen, pero en los territorios se encuentran realidades diferentes y esa co-construcción es la que nos permite lograr proyectos que realmente tengan viabilidad en el territorio.

Los proyectos parten de los diálogos con las comunidades, de los planteamientos frente al campo, las brechas…, comparamos esos datos con referentes nacionales y eso nos permite crear objetivos, estrategias, indicadores, que nos dan mediciones posteriores”, indica el docente Jorge Norvey Álvarez Ríos.

Actividades Principales del proyecto

1. Talleres de Diagnóstico Participativo: Se realizarán 4 talleres en cada comunidad para identificar y reflexionar sobre las conflictividades que afectan a las mujeres.

2. Producción Artística: Cada colectivo de mujeres creará y difundirá un producto artístico que sensibilice sobre las violencias de género.

3. Redes de Mediadoras: Se conformarán 2 redes de mujeres mediadoras en conflictos familiares.

4. Capacitación en Derechos Humanos: Las participantes asistirán a un curso-taller sobre derechos humanos, políticas de género y rutas de atención, en colaboración con entidades públicas.

5. Semilleros de Emprendimiento: Se implementarán dos semilleros de emprendimiento sostenible para fomentar la autonomía económica de las mujeres.

6. Tulpa de Diálogo: Se establecerá un espacio de reflexión entre mujeres campesinas e indígenas sobre la noción de “pazes”, intercambiando experiencias con colectivos de mujeres de África y Europa.

7. Sistematización Participativa: La experiencia será documentada como herramienta para el aprendizaje continuo.

Cronograma

El proyecto tendrá una duración de 12 meses, con actividades programadas que incluyen diagnósticos participativos, formación y espacios de diálogo.

Este proyecto representa un paso importante hacia el empoderamiento y la visibilidad de las mujeres indígenas y campesinas, promoviendo su participación activa en la sociedad y la defensa de sus derechos.

ab/sos

Sigue leyendo