Niña colombiana de 3 años muere en naufragio frente a Miramar, Santa Isabel, Colón, Panamá

Compartir en redes sociales

Una niña colombiana de tres años murió tras el naufragio de una embarcación llena de migrantes frente a Miramar, Santa Isabel, en la provincia de Colón, en el Caribe panameño. En el incidente fueron rescatados 20 migrantes, 18 adultos y 2 menores. La embarcación, operada por un ciudadano colombiano, estaba inscrita exclusivamente para pesca artesanal y no tenía autorización para transportar pasajeros; la salida se realizó desde un muelle no habilitado por la Autoridad Marítima de Panamá. La identidad de la menor no ha sido divulgada. Según el parte oficial, pese a las maniobras de reanimación cardiopulmonar, la niña falleció.

El contexto migratorio en Panamá ha cambiado notablemente en los últimos meses. Tras la toma de posesión de José Raúl Mulino el 1 de julio de 2024 y la llegada de Donald Trump a la presidencia de Estados Unidos en enero, las políticas de ambos gobiernos han contribuido a una desaceleración del tránsito irregular. Entre las medidas destacan vuelos financiados por Estados Unidos para repatriar migrantes detenidos en Panamá y el bloqueo de rutas ilegales a través de Darién. El Memorando de Entendimiento firmado en julio de 2024 entre Panamá y Estados Unidos ha sido determinante. El ministro de Seguridad, Frank Ábrego, señaló que Estados Unidos ha destinado 14 millones de dólares para reforzar deportaciones y expulsiones, con 7 millones en 2024 y 7 millones en 2025, y que, gracias a ese acuerdo, se han deportado y expulsado 2.736 personas. En cuanto al flujo migratorio, ha cambiado de rutas predominantemente hacia Norteamérica a una mayor tendencia de retorno hacia Suramérica, con movimientos marítimos desde puertos caribeños panameños hacia zonas fronterizas con Colombia, en contraste con el periodo previo a 2024, cuando aumentaba la inmigración hacia Norteamérica atravesando Darién.

Panorama migratorio y cooperación panamá-Estados Unidos

La embarcación involucrada estaba operada por un ciudadano colombiano y estaba inscrita únicamente para pesca artesanal; no tenía autorización para transporte de pasajeros y salió desde un muelle no habilitado por la Autoridad Marítima de Panamá. La información oficial no especificó la nacionalidad de los otros migrantes; sin embargo, los medios locales señalan que la mayoría serían venezolanos.

«profundamente la pérdida de esta vida humana» – Autoridad panameña (comunicado oficial)

Este hecho subraya la necesidad de una cooperación regional más sólida para gestionar de forma segura y ordenada los flujos migratorios, reforzar la vigilancia de embarcaciones no autorizadas y coordinar las labores de retorno cuando corresponde, en un marco de memorando de entendimiento que ha conseguido, hasta ahora, un balance entre control fronterizo y proceso de expulsión.

Sigue leyendo