El presidente Nicolás Maduro ha aumentado su nivel de protección personal y ha modificado de forma significativa su rutina diaria, según una cobertura de The New York Times que atribuye las medidas a un temor ante posibles acciones externas, entre ellas una intervención militar o ataques selectivos vinculados a la gestión de Donald Trump.
«La seguridad personal del presidente se considera una prioridad ante posibles amenazas externas».
– Vocero de la Presidencia
Entre las modificaciones operativas destacan la alternancia de lugares para pernoctar y la adopción de teléfonos móviles sometidos a rotación continua para dificultar cualquier intento de rastreo satelital o geolocalización.
Contexto y señales de alerta
Las medidas de protección se intensificaron a partir de septiembre, periodo que, según el informe citado, coincidió con el despliegue de buques de guerra estadounidenses en el Caribe.
Coordinación de seguridad y apoyo externo
Para mitigar riesgos vinculado a posibles infiltraciones internas, el gobierno venezolano incorporó un mayor papel de guardaespaldas cubanos dentro del equipo de escolta del mandatario.
- Refuerzo de la seguridad personal desde septiembre
- Rotación de dispositivos móviles para evitar geolocalización
- Alteración de lugares de descanso para dificultar rastreos
- Expansión de la presencia de guardias cubanos en la escolta
«La seguridad del mandatario es una prioridad ante posibles amenazas internas», declaró un portavoz de la Presidencia.
Nota editorial: la pieza se centra en describir cambios operativos y contextuales reportados por The New York Times y fuentes oficiales venezolanas, sin emitir juicios sobre la veracidad de las afirmaciones no verificables.

















