Esteban Jaramillo Osorio
Con su título, Bucaramanga demostró que no solo con chequeras se ganan campeonatos. Es con ideas, aunque estas deben ser revalidadas. De lo contrario, suicida será el salto del éxito al fracaso. Común es que los campeones, sin reinversión, sean desmantelados.
Vale decir que Dudamel, el técnico redentor de los leopardos, estuvo en el radar del Once Caldas. Lo alejaron sus pretensiones.
Para ganar, clasificar y aspirar se debe contar, además, con una idea de juego clara y simple y el compromiso de los futbolistas que no piensen solo en el dinero. También en los aficionados.
Una comunicación penetrante sin recelos y engaños de parte del entrenador y los dirigentes, con rigor en el liderazgo deportivo y administrativo.
Todo lo tuvo el Once Caldas en el torneo pasado, con su destacada campaña, que elevó al tope las emociones, con desfallecimiento al final por las concesiones disciplinarias y la ausencia de una ambiciosa plantilla emergente.
Lo que da márgenes para la corrección de la nómina con el propósito de “reforzarla”, con preferencia a la calidad, por encima de la cantidad, de los futbolistas que se quieren.
Las pausas con sensatez en los fichajes se entienden, sin desbordar los márgenes de espera, para ajustar y engranar el equipo.
Claras están las necesidades y las preferencias para mejorar la nómina, por las debilidades que se apreciaron en la liga pasada.
Dice Tulio Mario Castrillón, que se buscan con lupa un atacante central, dos extremos y un diez, en caso de que Arce se marche, aunque han progresado las negociaciones para mantenerlo. Si el ecuatoriano levanta vuelo, habrá opción para otro extranjero. La hoy cacareada renovación de James Aguirre, es noticia vieja.
Celebrada, pero de cuidado, es la convocatoria de Sergio Palacio a la selección porque no estará a tiempo completo con el club. No es fácil reemplazarlo. Podría ser una nueva opción para Cardona, en el centro de la zaga, donde mejor rinde. Basta de ensayos por las bandas.
Los vaivenes del mercado, se contaminan cuando se hacen públicos, porque en Colombia los representantes trabajan con algunos periodistas. Al conocerse los nombres de los futbolistas, se inflan con desmesura los valores. Tal el caso de Daniel Mantilla, el paraguayo Adrián Ramírez y Jhon Córdoba, quienes gestionados, tomaron otros rumbos.
Las confirmadas salidas de Johan Mejía, Gustavo Torres y Mao Castaño son el castigo a su bajo rendimiento y, en casos puntuales, al amor por la botella. Lemos en entredicho.
Hay una base, que bien reforzada, puede ampliar los objetivos que se buscan.
P.D. Se posterga el homenaje al “profe” Montoya, con motivo de los 20 años del título de la Libertadores. Boca Juniors, el rival preferido, está en remodelación de nómina y, mientras dure la Copa América, se mantendrá inactivo. Se hará en el segundo semestre.
Delicado, en su estado de salud, continúa Pedro Sarmiento, sometido a quimioterapias.