Esteban Jaramillo Osorio
La agonía maldita que reúne *la fatalidad, la desconcentración, la inexperiencia y la falta de oficio*, para manejar los últimos minutos, llevó al Once Caldas a resignar dos puntos después de una faena *luchada con esfuerzo*, en la que sus jugadores dieron lo que tenían y algo más.
Se notó por la negativa influencia en el saldo final, por *la incapacidad para mantener un resultado*. De Aprendices fue el manejo de la jugada previa al gol, en el tiro de esquina a favor.
Recordemos, además, el disparo de Luis Palacios que con atajada magistral de Mele, el Portero, redujo Junior el peligro, minutos antes del empate de Didier Moreno en jugada loca en el área, llena de remates.
No dejan de pensar los aficionados en los *cuatro puntos que se escaparon en tres días*. Con ellos el Once hoy sería el líder de su grupo. Pero, no hay tiempo para lamentaciones ni para llorar sobre la leche derramada. Hay una base que permite trabajar para el futuro.
La cacareada *ausencia de nómina* se hizo presente con las lesiones de jugadores destacados, incluido el ausente Mateo García. Muy cotizada la del rival, con futbolistas de renombre, cotización y calidad en la cancha.
Desertaron dominados por la fatiga o los dolores, Alejandro García, Riquett, Dayro y Zapata quien brilló en pasajes del partido y logró un gol intempestivo.
Extenuado Barrios quien, como sus compañeros, acusó el cansancio extremo
Son muchos los aficionados que, sin ser conformistas, se declaran satisfechos con la campaña.
Se sintió en el estadio al término del partido cuando conversaban aterrizados, conscientes de las carencias del equipo, mientras represados esperaban la salida, *ante la torpe medida de las autoridades que dieron prioridad en ese aspecto a la exigua barra del Junior*. ¿Que tal una desbandada?
A pesar de que no decepcionó y que ha rendido en su justa medida, *el Once Caldas no jugó con gusto el partido*, que fue nervioso e incierto. Pero los futbolistas dejaron el alma en la cancha, lo que quedó demostrado.
En el caso Dayro siempre en el escrutinio de los aficionados, válido es asegurar que *pese a su decadencia no se le puede etiquetar como futbolista acabado*. Su gol agitó, como de costumbre, la tribuna.
Lástima el error de Aguirre, tan acostumbrado a grandes atajadas, comprometido en el primer gol por sus movimientos equivocados.
PD*. La salida de la concentración de Lucas Ríos, a la espera del finiquito de su contrato, se debe a la incompatibilidad de caracteres con el cuerpo técnico, comandado por Herrera. *Mutua fue la intolerancia*.
Nunca estuvo a placer en el equipo. Le molestó la suplencia. Por eso *sus reclamos frecuentes y sus rumores de pasillo*. Indiscutibles son sus cualidades futbolísticas y su aporte técnico. Su ausencia influyó en el rendimiento creativo en los últimos partidos. *Esteban J*.