ONU reitera llamado urgente ante el calor extremo: “Es una emergencia de salud pública diaria”

Compartir en redes sociales

Olas de calor récord, incendios e impactos en la salud confirman advertencia hecha en 2024.

Un año después de que el secretario general de la ONU, António Guterres, urgiera a tomar medidas frente al calor extremo, la situación global confirma sus advertencias: este verano boreal, temperaturas récord y olas de calor azotan regiones enteras, afectando la salud, los servicios básicos y provocando incendios forestales.

La Organización Meteorológica Mundial (OMM) señaló que cerca de 100 millones de personas han recibido alertas por calor peligroso en Estados Unidos, mientras que países del norte de África y Medio Oriente enfrentan interrupciones masivas de agua y electricidad. En el sur de Europa, la tercera ola de calor del verano ha causado cierres de atracciones turísticas, suspensión de actividades laborales y emergencias por incendios.

Turquía alcanzó un récord histórico de 50,5 °C, mientras que Chipre registró 44,6 °C. Finlandia contabilizó más de 15 días consecutivos con temperaturas superiores a los 30 °C, y otras naciones escandinavas han activado alertas por riesgo extremo de incendios forestales. Europa vivió su junio más caluroso jamás registrado.

La OMM y la Oficina de la ONU para la Reducción del Riesgo de Desastres advirtieron que el mundo aún no está preparado para enfrentar el calor extremo, un fenómeno cada vez más frecuente e intenso debido al cambio climático. En respuesta, lanzaron nuevos recursos para ayudar a los gobiernos a gestionar mejor el riesgo térmico y proteger a sus poblaciones.

La iniciativa se enfoca en proteger a los grupos vulnerables, garantizar condiciones seguras para trabajadores expuestos al calor, fortalecer la toma de decisiones con base científica y avanzar en la transición energética para limitar el calentamiento global a 1,5 °C.

Estudios recientes indican que la implementación de sistemas de alerta sanitaria por calor podría salvar más de 98.000 vidas al año en 57 países. Sin embargo, muchos gobiernos aún carecen de planes de acción específicos, lo que agrava los riesgos y limita la capacidad de respuesta.

El calor mata, aunque lo hace en silencio”, afirmó Joy Shumake-Guillemot, coordinadora de la Oficina Conjunta de Clima y Salud de la OMS y la OMM. Señaló que muchas muertes provocadas por el calor no se registran como tales, lo que subestima la verdadera magnitud del problema.

Las agencias internacionales insisten en que aún es posible reducir el impacto del calor extremo, siempre que haya voluntad política, inversiones sostenidas y colaboración efectiva entre ciencia, salud pública y gobiernos.

Sigue leyendo