Onusida advierte el mayor revés para la lucha contra el VIH/sida en décadas

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En trece naciones, los recortes al financiamiento de programas de respuesta al VIH han reducido el número de personas que inician tratamiento en el periodo reciente.

Se registran interrupciones en el suministro en Etiopía y en la República Democrática del Congo, afectando tanto las pruebas diagnósticas como el acceso a antirretrovirales.

En Nigeria, la distribución de preservativos cayó un 55%.

Las iniciativas comunitarias, tradicional pilar de la respuesta, enfrentan serias dificultades: más del 60% de las agrupaciones lideradas por mujeres han debido suspender programas esenciales.

«La respuesta global frente al VIH está atravesando un retroceso significativo»

– Winnie Byanyima

  • 40,8 millones de personas viven con VIH
  • 1,3 millones de nuevas infecciones en el último año
  • 9,2 millones de personas continúan sin acceso a tratamiento

«La lucha contra el VIH no ha concluido»

– Winnie Byanyima

Globalmente, el Fondo Mundial para la lucha contra el SIDA, la malaria y la tuberculosis consiguió 11.000 millones de dólares para los próximos tres años, frente a un objetivo de 18.000 millones, lo que compromete la continuidad de varios programas en curso.

Referentes científicos y necesidad de financiamiento

En el terreno de la investigación, se observan avances notables acompañados de limitaciones para su implementación amplia. El director de la ANRS-MIE, Yazdan Yazdanpanah, describe una “doble dinámica”: mejoras terapéuticas sustantivas conviven con una capacidad de aplicar esos progresos que se reduce.

«Una doble dinámica: avances terapéuticos sustantivos frente a una capacidad operativa cada vez menor para implementarlos»

– Yazdan Yazdanpanah

El cierre de centros comunitarios y la caída del acceso a preservativos y pruebas, sumados a las secuelas de la pandemia de Covid-19, amenazan los logros obtenidos desde los primeros años del siglo.

«La ciencia, por sí sola, no bastará»

– ONUSIDA

ONUSIDA exhorta a replantear el esquema de financiación internacional y a que los países más afectados aporten recursos propios. De no corregirse esta tendencia, la meta de erradicar por completo el VIH para 2030 podría retrasarse y, de mantenerse el escenario actual, podría producirse un repunte de contagios antes de esa fecha.

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