En el marco del cierre de 2025 e inicio de 2026, un artículo recomendado por ACI propone dos oraciones especiales para feligreses católicos colombianos, una familiar reunidos alrededor del pesebre y otra dirigida a San Chárbel, el monje maronita libanés Youssef Antoun Makhlouf, canonizado en 1977 por el papa Pablo VI, con el fin de pedir por la salud de los enfermos. Esta iniciativa cobra especial relevancia en Colombia, donde la devoción popular al santo, nacido en 1828 en Bekaa Kafra, Líbano, y fallecido en 1898 tras una vida de austeridad y oración, se ha fortalecido entre familias como la de Miguel Uribe Turbay, devotos del santo tras el magnicidio perpetrado contra él el 7 de junio de 2025 y confirmado el 11 de agosto en la Fundación Santa Fe de Bogotá.
San Chárbel, conocido mundialmente por sus milagros y curaciones, se erige como símbolo de humildad, fe y entrega total a Dios, atrayendo a devotos en Colombia y también en México por su tradición de intervenciones divinas. La conexión con la familia Uribe Turbay resalta cómo en momentos de dolor nacional, como el atentado que segó la vida del líder político, la fe en este santo libanés ofrece consuelo y esperanza, invitando a la reflexión colectiva al final del año.
Oraciones para la transición al nuevo año
La oración familiar, ideal para compartir en torno al pesebre, comienza con las palabras «Señor, Dios, dueño del tiempo y de la eternidad…», enfocándose en la gratitud por el año que termina, el perdón mutuo y las peticiones para el venidero, para luego concluir con un «Amén» seguido de un Padre Nuestro, un Ave María, un Gloria y un abrazo colectivo entre los presentes, santiguándose al inicio y turnándose en la lectura. Por su parte, la oración a San Chárbel inicia con «Bendito San Charbel, santo de todos y para todos…», permitiendo una mención específica por la salud de los enfermos, subrayando su fama por prodigios que han marcado la devoción católica en América Latina.
Este momento de fin de año representa una oportunidad invaluable para los católicos colombianos de pausar en la reflexión, expresar gratitud por las bendiciones recibidas, buscar el perdón familiar y elevar peticiones con fe inquebrantable, honrando la intercesión de San Chárbel cuyo legado trasciende fronteras y épocas, inspirando una entrada renovada en 2026 llena de esperanza y sanación espiritual.

















