Juan de Bedout Vargas, padre de la menor Inés de Bedout, una de las dos niñas fallecidas hace ocho meses por envenenamiento con talio en Bogotá, reveló ante la Fiscalía detalles de su relación clandestina con Zulma Guzmán Castro, la principal sospechosa del doble crimen. La romance habría iniciado en un congreso en Cartagena en 2018, y según el testimonio de De Bedout, Guzmán, quien reside en Buenos Aires pero se encontraba en Colombia durante los hechos, habría orquestado el envío de frambuesas contaminadas como un supuesto regalo para las víctimas, Inés de Bedout y su amiga Emilia Forero Uricoechea.
El envenenamiento se concretó mediante un mensajero instrumentalizado que, tras dos intentos fallidos de entrega, regresó siguiendo instrucciones telefónicas y mencionó un nombre familiar para ganarse la confianza de la familia. De Bedout llevó a su hija al hospital inicialmente pensando en una gripe, después de que Emilia Forero ya estuviera internada, lo que desencadenó la tragedia que dejó a las dos menores sin vida. La Fiscalía ha analizado teléfonos, ubicaciones y contactos que confirman conexiones técnicas entre los implicados, mientras la hipótesis apunta a un ataque dirigido contra De Bedout, con posibles vínculos a envenenamientos previos en su círculo familiar, incluyendo rastros de talio encontrados en su esposa fallecida, Alicia Grahan Sardi, quien murió el 17 de agosto de 2021.
Relación clandestina y eventos previos
Tras la muerte de Alicia Grahan Sardi, Guzmán envió libros a De Bedout como gesto de consuelo, y se registró un intento de colocar un localizador en su vehículo captado por cámaras de seguridad. De Bedout aclaró que la muerte de su esposa no fue por talio, sino por un cáncer avanzado y doloroso, descartando así un vínculo directo inicial con el veneno. Majer Abushihab, abogado de la familia Forero, confirmó que Guzmán estaba en Colombia en el momento del envenenamiento de las niñas.
«No murió por talio, sino invadida de cáncer, una enfermedad muy dolorosa»
Juan de Bedout Vargas
En mensajes intercambiados, Guzmán le escribió a De Bedout: «En serio, con cualquier gurre, pero yo no. Qué tamaño de imbécil», reflejando tensiones en su relación clandestina. La investigación, respaldada por pruebas testimoniales y técnicas, ha reactivado mecanismos globales de captura contra Guzmán, quien es buscada internacionalmente, reabriendo debates sobre garantías judiciales y la presión mediática en casos de alto perfil.
«Estaba en Colombia»
Majer Abushihab, abogado de la familia Forero
La conmoción pública es profunda ante esta hipótesis que une el envenenamiento de las dos menores con posibles ataques previos, mientras la Fiscalía profundiza en las conexiones que podrían probar la relación entre los hechos fatales en la familia de De Bedout.

















