La senadora Paloma Valencia fue proclamada este fin de semana como la candidata presidencial del Centro Democrático, tras liderar las encuestas internas del partido con el mayor respaldo entre las aspirantes, incluyendo a María Fernanda Cabal y Paola Holguín. Esta decisión, resultado de un proceso de deliberación y estudio que se extendió por varias semanas, ha desatado críticas inmediatas de la representante a la Cámara por el Pacto Histórico, María Fernanda Carrascal, quien cuestionó la elección desde su cuenta en la red social X.
Valencia superó ampliamente a sus competidoras en las votaciones internas del partido de oposición, destacándose su postura firme contra la reforma pensional, la cual, según sus detractores, busca perpetuar un modelo de mercado que deja desprotegidos a los adultos mayores. Carrascal aludió directamente a este tema al calificar la proclamación como «ni mandada a hacer», en medio de un debate que se ha intensificado en redes sociales y círculos políticos a propósito de las elecciones presidenciales programadas para 2026.
Reacciones políticas dividen al uribismo y la izquierda
El Centro Democrático, en su afán por consolidar una figura fuerte de cara a los comicios del próximo año, optó por Valencia tras analizar exhaustivamente las preferencias de sus bases en encuestas internas. Sin embargo, la rapidez con la que Carrascal reaccionó públicamente subraya las tensiones entre el oficialismo y la oposición, especialmente en temas de protección social donde las posiciones de Valencia han sido pivotales.
«La senadora @PalomaValenciaL ha sido proclamada candidata presidencial del Centro Democrático. ¿Y cómo no? Si buscó tumbar la reforma pensional porque no reproduce el ‘sálvese quien pueda’ del mercado que abandona a nuestros adultos mayores”
María Fernanda Carrascal, representante a la Cámara por el Pacto Histórico
Esta proclamación no solo marca un hito en la estrategia electoral del Centro Democrático, sino que también aviva el debate nacional sobre políticas públicas clave como la pensional, con críticas que resuenan en un panorama político polarizado de cara a 2026, donde cada movimiento de los partidos genera ondas expansivas en la opinión pública.

















