La Corporación de Eventos, Ferias y Espectáculos de Cali (Corfecali) anunció que el tema ‘Para Cali’, compuesto por Marino Luis, será el himno oficial de la Feria de Cali 2025, correspondiente a su edición 68. Este evento, que se desarrollará del 25 al 30 de diciembre en la capital vallecaucana, incluirá una programación descentralizada en más de 45 tarimas, retomando la tradición de seleccionar una canción insignia a través de un concurso para fortalecer la identidad musical del certamen tras años de evolución y polémicas en la materia.
La decisión representa un regreso a las raíces del evento, que surgió en 1957 como la Feria de la Caña de Azúcar impulsada por el alcalde Eduardo Cabal Madriñán, tras la trágica explosión de un convoy militar con siete camiones de dinamita el 7 de agosto cerca de la estación del ferrocarril, la cual congregó a la población con desfiles, espectáculos y espacios culturales en su primera edición.
Una tradición musical con altibajos
La selección de himnos para la Feria de Cali ha tenido una historia irregular: inicialmente informal hasta los años 2000 con el concurso del Disco de la Feria, suspendido en 2016 tras la controversia generada por ‘Cali Salsa Flow’ de Rodrigo Mayorga en 2015. En 2016 no hubo canción oficial, aunque sonó ‘Sentimiento Caleño’ de Tromboranga; el concurso se retomó en 2017 con ‘Que se sienta’ interpretada por Charlie Aponte, Roberto Blades y Tony Vega. Posteriormente, en 2021 fue ‘Cali es un Vacilón’ de la Orquesta La Fuga y Erick Franchesky; en 2022, ‘Verbena de Oriente’ de Cali Flow Latino y Elvis el Más Vacilado; en 2023, ‘Pa’ Cali’ de Tirso Duarte; y en 2024, ‘En Cali se quedó’ de Clandeskina, con letra de Ossiel Villada Trejos y música de David Gallego. Ahora, con ‘Para Cali’ de Marino Luis, Corfecali busca revitalizar esta costumbre ante las designaciones directas recientes.
Esta elección no solo promete animar las más de 45 tarimas con un sonido que capture el espíritu caleño, sino que también cierra un ciclo de debates, reafirmando el rol de la música como eje central de una feria que ha evolucionado desde sus orígenes trágicos hasta convertirse en el epicentro de la alegría y la cultura del Valle del Cauca.

















