En la temporada decembrina de 2025, expertos en decoración recomiendan una renovación total en los árboles de Navidad de los hogares, prescindiendo de los adornos convencionales y brillantes como las bolas tradicionales para optar por elementos naturales que aporten autenticidad y calidez. Esta propuesta busca fomentar una conexión sensorial con la naturaleza y promover la sostenibilidad, utilizando vegetación fresca o textil, piñas auténticas rociadas con aerosol blanco, listones de yute, organza, terciopelo o satín, así como ornamentos caseros elaborados con materiales reciclados como papel, tela, cartón, corcho o tapas reutilizadas, e incluso ramas secas o piñas colocadas dentro de esferas transparentes.
A diferencia de años anteriores, donde predominaban los brillos artificiales, esta tendencia actual se enfoca en celebraciones genuinas y respetuosas con el entorno, reduciendo el consumo excesivo mientras estimula la originalidad y la creatividad familiar. Los colores preferidos para esta estética incluyen tonos como champaña, verde musgo y vino, que generan una armonía visual acompañada de un aroma boscoso y una experiencia multisensorial, con volumen y movimiento natural en el árbol.
Alternativas creativas y participación familiar
Como alternativa a la estrella tradicional en la cúspide, se sugiere un listón grande y vistoso que potencie el encanto rústico. Una de las claves para el éxito de esta decoración radica en involucrar a los niños en la confección de los ornamentos caseros, transformando la preparación navideña en una actividad compartida que fortalece los lazos familiares y despierta la imaginación, todo mientras se contribuye a un diciembre más ecológico y personal en los hogares de Manizales y alrededores.

















