Desde Cartagena, para La Veintitrés Manizales reportamos un hecho que captó la atención en redes: una pareja quedó atrapada por más de seis horas en un motel de la ciudad debido a la caída de Nequi y Bancolombia, provocada por una interrupción en Amazon Web Services, y abandonaron el lugar cuando se restablecieron los servicios para poder pagar la cuenta. Los protagonistas, cuyos nombres completos no fueron revelados en el material, se vieron obligados a permanecer dentro del establecimiento hasta que las plataformas volvieron a funcionar.
Los datos clave señalan que el episodio ocurrió en un motel de Cartagena y que, aunque el establecimiento no aceptaba transferencias digitales, la pareja insistió en ingresar. Durante la espera, la mujer discutía con su acompañante, mientras éste recibía mensajes insistentes y mostraba nerviosismo por la deuda. El hecho comenzó cuando el cliente llegó al motel con premura y, pese a la negativa inicial del lugar a recibir pagos digitales, logró permanecer primero y completar el pago una vez restablecidos los servicios, lo que facilitó abandonar el lugar. El episodio se extiende por más de seis horas y culmina con la transacción realizada tras la reanudación de las operaciones.
El hecho se inscribe dentro de un contexto más amplio de caídas de Nequi y Bancolombia a nivel nacional, atribuidas a una interrupción en los servicios de AWS, cuyos comunicados oficiales señalan la incidencia como origen de las afectaciones. La noticia se viralizó en plataformas, poniendo en evidencia los riesgos de depender exclusivamente de pagos digitales y de la interoperabilidad de plataformas entre comercios y usuarios. Si bien algunos usuarios reportaron esperas prolongadas, otros indicaron que pudieron cancelar deudas al día siguiente o regresar para hacerlas efectivamente en el comercio afectado, lo que subraya el impacto real en la vida cotidiana de quienes confían en estas herramientas.
Entre los datos secundarios, se señala que el episodio comenzó cuando el cliente llegó al motel con premura; el establecimiento informó que no se aceptaban transferencias digitales, pero él insistió en ingresar. Durante la espera, la mujer discutía con su acompañante; el hombre recibía mensajes insistentes y estaba nervioso por la deuda. La situación se resolvió cuando los servicios digitales se restablecieron y se pudo completar el pago, momento en el que abandonaron el lugar.
La dependencia de los pagos digitales ante fallas globales y su impacto en servicios como hoteles y comercios
El episodio evidencia, en clave periodística, la fragilidad de los sistemas de pago ante una interrupción de AWS y la necesidad de que comercios y usuarios adopten medidas de respaldo. Ante la viralidad de la historia, se ha pedido a proveedores y entidades financieras claridad en comunicaciones y a los comercios una mayor transparencia sobre los métodos de pago disponibles, para evitar que situaciones de este tipo se repitan y afecten operaciones y experiencias de los clientes.
«Por eso siempre toca mantener efectivo… tomen nota» – Usuarios en redes sociales
«El amor no todo lo puede, pero el efectivo sí» – Usuarios en redes sociales
«Por eso hay que andar con efectivo porque uno no se debe confiar en esas billeteras digitales en cualquier momento pueden fallar» – Usuarios en redes sociales
«El encierro del año» – Usuarios en redes sociales
Este episodio, que se ha convertido en tema de conversación en comunidades digitales y locales, sirve como recordatorio de la necesidad de combinar herramientas digitales con métodos de pago alternativos y de contar con medidas de contingencia en comercios que dependen de plataformas externas para realizar transacciones. En resumen, la experiencia de la pareja en Cartagena pone en relieve un fenómeno nacional: la resiliencia de los usuarios ante caídas de servicios y la rapidez con la que las redes sociales transforman un hecho aislado en una noticia de alcance amplio.
















