La Liga BetPlay podría descender un tercer equipo a la segunda división para la temporada 2026, sumándose a Envigado y Unión Magdalena, debido a la crisis económica de Deportivo Pereira. La posibilidad está siendo evaluada por Dimayor y podría materializarse como un descenso ordenado por deudas salariales, con la definición de compromisos pendientes por escritorio y un marcador de 3-0 a favor de los rivales si Pereira no se presenta. En este escenario aparecen actores como Carlos Mario Zuluaga, presidente de Deportivo Pereira; Federico Espada, director deportivo del Medellín; Dimayor; el Ministerio de Trabajo; Envigado; Unión Magdalena; Medellín y la mirada del gobierno representada por Gustavo Petro. El tema se discute en medio de un debate sobre cambios en el formato de descenso para 2027, en un contexto en el que el calendario de finales de 2025 fija el 20 de diciembre como fecha límite para definir la alineación de la próxima campaña.
La conversación se sitúa en un marco de tensión por la salud financiera de los clubes y la continuidad de la competencia, con Envigado y Unión Magdalena ya en la Primera B por promedios en años recientes y la posibilidad de un tercer descenso para 2026 que podría modificar el formato de la competición para 2027. En la práctica, la crisis de Pereira podría obligar a que, de no presentarse, se aplique la pena de escritorio; al tiempo, el Ministerio de Trabajo ha ordenado la suspensión de actividades laborales en el estadio Grande Matecaña y la Dimayor mantiene el calendario de partidos, incluido el compromiso del 7 de noviembre ante Medellín, para el que Espada se mostró optimista respecto a cumplir con la fecha según lo comunicado por Dimayor. Ante ese marco, Zuluaga dejó entrever que si no se solucionan los problemas laborales, la situación podría agravarse.
La posibilidad de un tercer descenso en 2026 y su contexto
Desarrollo con información específica: la discusión llega en un momento en el que se analizan posibles cambios en el formato de descenso para 2027 y se observan antecedentes como la desaparición de Cúcuta Deportivo en 2020, el inicio de 2021 con 19 equipos y el regreso de Motilones a la segunda división en 2022, datos que alimentan la conversación sobre la estabilidad y el fair play financiero en la Liga. En paralelo, se esperan comunicaciones oficiales sobre autorizaciones del Ministerio de Trabajo para reanudar actividades y para confirmar el estatus de Pereira mientras Dimayor avanza con la planificación de los cuatro partidos pendientes y la definición de la clasificación, con el compromiso clave del 7 de noviembre ante Medellín y las declaraciones de Espada el 5 de noviembre que señalan la urgencia de cumplir con el cronograma.
«Tengo fe de que lo solucione. Creo que hoy (5 de noviembre) se ha puesto a la orden del día y esperamos que pueda jugar el partido el fin de semana (…) La información que tengo es de que han cumplido y esperar lógicamente que el Ministerio de Trabajo lo autorice», añadió. — Federico Espada, director deportivo del Medellín
«Nosotros mañana viajamos en la mañana, llegaremos antes del mediodía. Almorzaremos y entrenaremos en la tarde, entonces jugaremos el día viernes. Nosotros tenemos que cumplir con el horario, rival y lugar como lo comunicó Dimayor. Nosotros queremos jugar el partido (…) Para nosotros es importante cumplir el compromiso, respetando siempre al rival», afirmó. — Federico Espada, director deportivo del Medellín
«Si no soluciona los problemas laborales que tiene, sí». — Carlos Mario Zuluaga, presidente de Deportivo Pereira
Con todos estos elementos, la posibilidad de un tercer descenso para 2026 mantiene en vilo a la Liga BetPlay, a los clubes y a las autoridades, que observan de cerca el impacto económico y deportivo de una crisis que podría acelerar ajustes en el formato de descenso para 2027, al tiempo que se definirá el futuro inmediato de Deportivo Pereira y de toda la institución futbolística colombiana.
















