En un momento que rompió con el protocolo formal de la ceremonia de entrega de la Orden de Boyacá, el presidente Gustavo Petro abrazó efusivamente a un soldado que compartía su mismo apellido, originario de Urabá, y lo llamó «primo mío» durante el acto de condecoración a integrantes de la fuerza pública por su participación en la Operación Perseo. El encuentro ocurrió en la ceremonia transmitida en directo por las plataformas digitales de la Presidencia, donde Petro notó la coincidencia de apellidos, preguntó al militar si también era de Córdoba y le entregó personalmente la medalla, exclamando «aquí está la medalla de Bolívar, felicitaciones». El soldado respondió que provenía de Urabá, lo que añadió un toque personal a la distinción por la toma del cañón del Micay contra disidencias de las Farc y el narcotráfico.
La Operación Perseo fue destacada en el evento como un logro clave en la lucha contra el narcotráfico, con decomisos que superan las 900 toneladas de cocaína en lo que va del año y más de 3.000 toneladas acumuladas durante el mandato presidencial, acompañados de una reducción histórica en las hectáreas de cultivos de hoja de coca por primera vez. Petro enfatizó la alianza con el campesinado, los decomisos de bienes y las capturas de líderes narcos, subrayando que «cualquier lugar, no en cualquier sitio» se combaten estas estructuras.
Discurso centrado en derechos humanos y reclutamiento de menores
En su intervención, el mandatario insistió en una estrategia que respeta los derechos humanos y protege a los menores, rechazando cualquier «tierra arrasada». «No estamos desatando una tormenta desde arriba, no. No estamos en tierra arrasada, no», afirmó Petro, al tiempo que cargó contra los grupos armados por el reclutamiento forzado de niños y adolescentes.
«No somos nosotros los asesinos, no rompemos el derecho internacional humanitario que ha construido la categoría de menor combatiente y señala nuestras responsabilidades hacia ellos, y señala lo que tiene que hacerse en caso de una acción directa contra la Nación, contra su Ejército o su Policía. Los asesinos son quienes los reclutan; en esa medida, no puede servir de excusa el reclutamiento de menores».
Gustavo Petro, presidente de Colombia
Petro advirtió que mientras persista la mentalidad de los capos, que ven a los menores como funcionales en su defensa, el reclutamiento continuará. «Se iban a defender de la Nación, y yo sé que mientras más permanezca esa visión en la mentalidad de los capos, más menores van a reclutar: porque creen que les son funcionales», concluyó el presidente, reafirmando el compromiso de las fuerzas públicas con el derecho internacional humanitario en operaciones como Perseo.

















