Petro anuncia alza del 23,7% al salario mínimo para 2026 en Bogotá

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En la noche del lunes 29 de diciembre de 2025, el presidente Gustavo Petro anunció un aumento del 23,7% al salario mínimo para 2026 durante un discurso en la Escuela Militar de Cadetes General José María Córdova en Bogotá, en el marco de una ceremonia de ascensos y presentación de oficiales generales. La medida eleva el salario mínimo total, incluyendo el auxilio de transporte, a dos millones de pesos, una decisión adoptada unilateralmente por el Gobierno en medio de la declarada emergencia económica, omitiendo el diálogo social tripartito y la Comisión de Concertación. Petro estuvo acompañado por su hija Antonella Petro Alcocer y el ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, al implementar el concepto de “ingreso mínimo vital”, modificando así el salario mínimo sin un amplio proceso de concertación.

La noticia desató inmediatas reacciones de rechazo por parte de líderes opositores y gremios empresariales. El expresidente Álvaro Uribe Vélez, la senadora María Fernanda Cabal del Centro Democrático, el precandidato presidencial por Verde Oxígeno Juan Carlos Pinzón y la Asociación Nacional de Empresarios de Colombia (Andi), liderada por Bruce Mac Master, criticaron duramente el anuncio, que se dio a conocer en mensajes en la red social X y un comunicado de la Andi, advirtiendo sobre riesgos como el aumento de la inflación, los precios, el impacto en el empleo formal y las finanzas públicas.

Críticas de la oposición por populismo e informalidad

Desde la mañana del martes 30 de diciembre, las voces opositoras se alzaron en contra. Álvaro Uribe Vélez cuestionó la medida en sus redes sociales, mientras María Fernanda Cabal comparó la política con los errores de Venezuela, compartiendo un video de Hugo Chávez recordando sus propios aumentos salariales. Juan Carlos Pinzón alertó sobre el peligro para el empleo en un país donde la informalidad laboral supera el 55%, y la Andi transmitió sus preocupaciones a las autoridades y a la Organización Internacional del Trabajo (OIT) por la falta de participación en las discusiones laborales durante el Gobierno Petro. Cada uno por ciento de incremento genera un gasto público adicional de 400 mil millones de pesos, según estimaciones.

“Petro endulza el oído de los trabajadores y les amarga la vida”

Álvaro Uribe Vélez, expresidente

“Subir salarios sin producir más no genera riqueza, sino que la elimina. ¿No lo creen? vean lo que Chávez y Maduro hicieron con Venezuela”

María Fernanda Cabal, senadora del Centro Democrático

“Chávez anunciaba aumentos de salario mínimo mientras destruía la economía. Petro va por el mismo camino, populismo disfrazado de justicia social que solo genera inflación, desempleo y pobreza”

María Fernanda Cabal, senadora del Centro Democrático

“el aumento del salario mínimo en 23% puede sonar bien, pero en la realidad pone en riesgo el empleo formal de millones de colombianos. con una informalidad que ya supera el 55%, esta decisión puede empujar a más personas a la precariedad. Colombia necesita más empleo formal, no más improvisación”

Juan Carlos Pinzón, precandidato presidencial por Verde Oxígeno

Defensa oficial y reclamo constitucional

Por su parte, el ministro de Trabajo Antonio Sanguino defendió la decisión, argumentando que durante 34 años en Colombia no se aplicó el concepto de salario vital consagrado en la Constitución Política, y que su mandato al ingresar al Gobierno fue precisamente la defensa de los trabajadores mediante la inclusión de este principio en la mesa de concertación. La polémica se enciende en un contexto de alta informalidad y presiones económicas, donde los críticos temen que el aumento, sin mayor producción, agrave la precariedad laboral y las finanzas del país, mientras el Gobierno lo presenta como un avance en justicia social.

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