El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció este martes 23 de diciembre de 2025, durante una alocución presidencial, que decretará el salario mínimo para 2026 incorporando por primera vez el concepto de «salario mínimo vital» familiar, tras el fracaso de las negociaciones en la Comisión de Concertación de Políticas Salariales entre sindicatos y empresarios. Esta medida, que se fijará por decreto presidencial antes del 30 de diciembre de 2025, regirá a partir del próximo año, siguiendo el precedente de los decretos emitidos en 2024 y 2025.
Las conversaciones en la Mesa de Concertación culminaron sin acuerdo, con los sindicatos, liderados por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) y su presidente Fabio Arias, exigiendo un aumento mínimo del 10 por ciento, mientras los empresarios proponían un 7,21 por ciento que incluía la inflación proyectada del 5,3 por ciento más un 0,91 por ciento por productividad. El ministro de Trabajo, Antonio Sanguino, intentó acercar posturas, pero no se logró consenso, lo que llevó al Ejecutivo a intervenir directamente. Entre las cifras destacadas, el salario mínimo real aumentó un 17,7 por ciento durante el Gobierno Petro entre 2023 y 2025, comparado con un -1,4 por ciento en el Gobierno Duque de 2019 a 2022 y un 4,7 por ciento en el Gobierno Santos de 2015 a 2018. Ejemplos de incrementos discutidos incluyen un 12 por ciento que elevaría el salario a 1.593.760 pesos o un 16 por ciento a 1.651.180 pesos, aunque la brecha con la recomendación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para 2025 alcanza los 2.104.000 pesos.
El «salario mínimo vital» familiar como cambio histórico
El cálculo del nuevo salario mínimo incorporará la canasta mínima vital familiar y el promedio de aportantes por hogar, alineándose con el Convenio 131 de la OIT, que define el salario suficiente para cubrir las necesidades básicas del trabajador y su familia, considerando el costo de vida y la productividad. Esta iniciativa se basa en el artículo 53 de la Constitución Política, que establece el salario mínimo como vital y móvil, y en la Sentencia C-426 de la Corte Constitucional, que protege el poder adquisitivo del salario ajustándolo al menos a la inflación.
«Nivel salarial necesario para proporcionar un nivel de vida digno a los trabajadores y sus familias. El salario familiar, no individual. Y eso va en el decreto, salario vital por primera vez en Colombia (…) El salario mínimo debe garantizar condiciones de vida digna y ajustarse a otras variables económicas que hemos discutido. La jurisprudencia, la Cetesia 426, es el derecho a mantener el poder adquisitivo del salario, es decir, que suba al menos como la inflación».
Gustavo Petro, presidente de Colombia
El mandatario enfatizó la novedad de esta aproximación, afirmando que los datos existentes sobre el salario familiar se aplicarán directamente en el decreto, marcando un cambio significativo en la política salarial del país.
«Ese concepto lo metemos en el decreto. Es el salario familiar, no individual. Esos datos existen, se aplican y nos dan el salario mínimo que vamos a decretar. Es un cambio».
Gustavo Petro, presidente de Colombia
Petro también comparó el impacto de su gestión con periodos anteriores, destacando que el aumento acumulado en su Gobierno es cerca de cuatro veces superior al registrado entre 2015 y 2018 durante la administración de Juan Manuel Santos. Esta decisión busca garantizar condiciones de vida digna para los trabajadores colombianos y sus familias, cerrando la brecha identificada por la OIT y respondiendo al contexto económico actual.
