El presidente de Colombia, Gustavo Petro, anunció este 29 de diciembre que el salario mínimo para 2026 ascenderá a dos millones de pesos colombianos mensuales, tras un incremento del 23 por ciento, lo que posiciona al país en el quinto lugar de los salarios mínimos más altos en América Latina. Esta medida, impulsada por el Ministerio de Trabajo, incluye también un aumento del 24,5 por ciento en el auxilio de transporte, elevando el total con este subsidio a 2,2 millones de pesos, equivalente a unos 539,6 dólares estadounidenses para el salario base. La decisión se tomó de manera unilateral por el Gobierno nacional después de que las negociaciones tripartitas con empresarios y sindicatos, iniciadas el 1 de diciembre, no lograran un consenso.
El incremento se basa en indicadores como la inflación, la productividad y otros factores destinados a mejorar las condiciones de vida de los trabajadores y reducir la desigualdad en el país. Petro detalló que el salario mínimo vital familiar pasará de 1.750.905 pesos, con un subsidio de transporte de 249.095 pesos, lo que representa un crecimiento del 22,7 por ciento respecto al año en curso. Esta es la mayor alza salarial en Colombia en los últimos 25 años y la de mayor porcentaje en toda América Latina, superando a naciones como Ecuador, Guatemala y Bolivia, aunque queda por debajo de Costa Rica, México, Uruguay y Chile, donde los salarios mínimos rondan los 2,2 millones de pesos en algunos casos, pero con aumentos mucho menores, como el 7,54 por ciento en Uruguay y el 5,5 por ciento en Chile.
Comparación regional y desafíos de sostenibilidad
En el contexto regional, Colombia se ubica por encima de países como El Salvador con 351 dólares, Panamá con 341, Perú con 332, Brasil con 294, Argentina con 247 y Venezuela con apenas 0,44 dólares para enero de 2026. Analistas destacan la magnitud de este ajuste en comparación con los vecinos, pero observadores advierten sobre la informalidad laboral y la posible presión inflacionaria como factores clave para su sostenibilidad a largo plazo.
“Pasamos a un salario mínimo vital familiar de 1.750.905 pesos, que implica un crecimiento respecto a este año, que aún no termina, de 22,7%”
Gustavo Petro, presidente de Colombia
El mandatario vinculó esta política al concepto de «salario mínimo vital familiar», haciendo referencia a la Encíclica Rerum Novarum del papa León XIII de 1891, y enfatizó que el aumento busca no solo compensar la inflación, sino democratizar la riqueza.
“El incremento se calculó no solo con base en indicadores como inflación y productividad, sino en otros que permitieron un aumento más justo y con los que se garantizarán mejores condiciones de vida para los trabajadores y sus familias”
Gustavo Petro, presidente de Colombia
“Con estas medidas pensamos disminuir desigualdad”
Gustavo Petro, presidente de Colombia
Petro también citó al economista Piero Sraffa al afirmar que “la inflación es una lucha por la democratización de la riqueza”, subrayando la visión social de su Gobierno en un año marcado por tensiones en las mesas de concertación, que finalmente derivaron en esta determinación presidencial para garantizar el vigor desde enero de 2026.

















