El presidente Gustavo Petro salió en defensa pública de Wilmar Mejía, director de Inteligencia Estratégica de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI), a quien respaldó este lunes 1 de diciembre a través de su cuenta en la red social X, calificando como calumnia las presuntas filtraciones atribuidas a su funcionario hacia disidencias de las Farc y autorizándolo explícitamente a demandar a medios como El Tiempo y Noticias Caracol por dañar su buen nombre.
La declaración del mandatario surge en medio de informes periodísticos que revelaron audios supuestamente grabados donde se escucha a Mejía ordenando presiones contra altos mandos y agentes de la DNI para «salvar» al presidente, así como archivos incautados en 2024 a alias Calarcá, cabecilla de las disidencias, que mencionan al director suspendido. La Procuraduría General de la Nación impuso a Mejía una suspensión de tres meses precisamente por estas presuntas filtraciones, lo que ha generado un escándalo que Petro atribuye a una persecución mediática basada en grabaciones falsas cuya voz no pertenecería a su aliado.
Petro exige rectificación e indemnizaciones millonarias
En su publicación, el jefe de Estado instó a Mejía a acudir a la justicia penal y civil contra los medios mencionados, argumentando que pese a pruebas de que los audios no corresponden a su voz, no han rectificado la información. Este respaldo se enmarca en las recientes críticas del presidente contra la prensa por el escándalo de presuntas alianzas entre entidades estatales y disidencias de las Farc, donde ha acusado a los periodistas de difundir calumnias sin sustento.
«Hermano Wilmar, te calumniaron, eso es delito y hay que ir a la justicia. Tienes mi autorización. Se prueba que no es tu voz en las grabaciones y no son capaces de rectificar, cuando eso pasa tu ca ir a la justicia penal y civil, que indemnicen su falta al buen nombre (sic)»
Gustavo Petro, presidente de Colombia
La postura de Petro intensifica el enfrentamiento con los medios tradicionales, solicitando no solo rectificaciones sino también indemnizaciones millonarias por el daño reputacional causado a Mejía, en un contexto de tensiones crecientes entre el Gobierno y la prensa independiente que ha destapado irregularidades en la inteligencia estatal.

















