El presidente Gustavo Petro defendió a Verónica Alcocer ante un reportaje de Expressen sobre su supuesta vida de lujo en Estocolmo, y Vicky Dávila respondió que no hay envidia, sino indignación por las denuncias públicas, en un episodio que cruzó fronteras y se volvió tema de conversación en redes sociales, con respuestas también desde la cuenta de X de ambos protagonistas y una mirada que situó la historia en la zona de Stureplan, en la capital sueca, donde el texto de la publicación internacional describe restaurantes, fiestas privadas y clubes de élite.
Petro insistió en que la crítica proviene de la extrema derecha y que la polémica busca desestabilizarlo a través de la vida personal de Alcocer, a quien describe como madre de sus hijas y figura central de la conversación pública, mientras que la precandidata y periodista Victoria Eugenia Dávila Hoyos, conocida como Vicky Dávila, sostuvo que la indignación supera cualquier intento de envidia. En su intervención, el presidente afirmó que “Veo a la extrema derecha envidiosa con Verónica, la madre de mis hijas. Hace conjeturas calumniosas como siempre. Ya le hicieron mucho daño, un enorme daño, y ella no es como yo”, y añadió que “Es una mujer libre, no gasta ni un peso del erario. Como la extrema derecha del país vive del estado no se imagina que es vivir sin él. La extrema derecha no sabe que es eso y no puede salir de su trampa de mentira y miedo”. También enfatizó que “Su intento por destruir mi familia para debilitarme no funciona. En lo que fue y es mi familia siempre habrá respeto, lo que siempre enseñé fue honestidad y libertad de pensamiento. Libertad del ser. El uribismo extremo no sabe que es eso”, mientras que la réplica de la periodista señalaba el tono de las críticas y el foco en la supuesta vinculación de Alcocer con la burocracia y posibles coimas, al tiempo que advertía que no hay razón para presentar a Alcocer como responsable de un derroche.
“No creo que alguien pueda sentir envidia de Verónica Alcocer. Lo que hay es indignación… su hijo Nicolás la vinculó con ‘burocracia, contratos, y coimas’. ¿Se acuerda?”, afirmó Dávila en un momento central del cruce público, y añadió que “Son muchos indicios Petro, y ni hablar de los catalanes…. De qué vive como millonaria Verónica Alcocer en Suecia, si lleva años sin trabajar.”
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El dossier de Expressen describe restaurantes exclusivos en la zona de Stureplan, su presencia en fiestas privadas y clubes para la élite sueca, y sitúa el foco en Estocolmo como escenario de una vida de lujo alegada para Alcocer. Este marco internacional se convirtió en un catalizador de un debate nacional sobre la independencia económica de Alcocer y su papel fuera de la función pública, alimentado por publicaciones en la plataforma X y respuestas públicas que encendieron una conversación sobre el escrutinio a figuras cercanas al mandatario y a la prensa en un choque entre versiones oficiales y críticas.
«No creo que alguien pueda sentir envidia» – Victoria Eugenia Dávila Hoyos
En conjunto, este episodio intensifica el escrutinio público sobre la vida privada de las personas conectadas al presidente y podría generar efectos políticos al agudizar el debate sobre la viabilidad de una vida personal independiente de la responsabilidad institucional, así como sobre la percepción de la independencia económica de Alcocer y el papel de la cobertura mediática internacional en la agenda política colombiana.

















