El presidente Gustavo Petro confirmó que viajará a Nueva York para asistir a la sesión del Consejo de Seguridad de la ONU en 2026, a pesar de que su visa fue revocada por Estados Unidos y de que figura en la Lista Clinton. En respuesta, la periodista y aspirante presidencial Vicky Dávila respondió con férreas críticas públicas, señalando que Petro mantiene una postura de confrontación con Estados Unidos y su presidente, Donald Trump, y que sigue provocando al gobierno estadounidense en distintos foros y redes.
El anuncio se produce en un contexto de plena fricción bilateral. La sesión del Consejo de Seguridad está prevista para iniciarse cuando Colombia asuma oficialmente su papel en el órgano, a partir del 1 de enero de 2026, año en el que la nación sudamericana ocupará un asiento. Petro aseguró que asistirá a la cita y que tendrá el “placer de volver a Nueva York” pese a que, a ojos de Washington, el gobierno federal podría no darle la bienvenida. En paralelo, la informaciones circulan sobre la inclusión de Petro en la Lista Clinton, junto a otras personas de su entorno cercano, como Verónica Alcocer, esposa; Nicolás Petro, su hijo; y Armando Benedetti, ministro del Interior, lo que alimenta el nudo entre la Casa Blanca y la presidencia colombiana.
La postura de Estados Unidos quedó formalmente expresada a través del Departamento de Estado, que anticipó medidas contra Petro al sostener que “Revocaremos la visa de Petro debido a sus acciones imprudentes e incendiarias”. En el plano político internacional, Petro sostuvo ante Al Jazeera una frase que ha sido citada en distintos foros, mientras que en redes, Vicky Dávila continuó comentando el tema con críticas directas. Entre las declaraciones de la dirigente y aspirante, y el tono del propio Petro, el episodio ha contribuido a intensificar la discusión sobre la estrategia de Colombia en foros multilaterales y las posibles repercusiones diplomáticas y financieras derivadas de su estado en la Lista Clinton.
La ONU, la diplomacia en jaque y la reacción mediática
El contexto necesario para entender el episodio señala que la Lista Clinton incluye a figuras cercanas a Petro, lo que ha alimentado un cruce de sanciones y restricciones que impactan a la administración y a la gestión de sus relaciones internacionales. Por un lado, la expectativa internacional sobre la participación de Colombia en el Consejo de Seguridad a partir de 2026 genera miradas sobre posibles maniobras diplomáticas; por otro, la reacción de Vicky Dávila, que ha utilizado sus plataformas para señalar que Petro “sigue provocando” y, en tono más enfático, “¡Qué ladilla!”, se suma al clima de debate público. En ese marco, Petro recordó que su presencia en la ONU no depende de la aprobación de Washington, sino de su historia y la agenda que defienda para Colombia, afirmación que ha sido recogida por plataformas internacionales como Al Jazeera.
«Colombia va a ser, desde el primero de enero, miembro del Consejo de Seguridad. Yo tendré el placer de volver a Nueva York, aunque el gobierno federal no quiera recibirme allí» – Gustavo Petro (Al Jazeera)
Además, entre los comentarios que circulan en redes sociales destaca una réplica de un usuario identificado en X como @apm_overall, quien aseguró que la estrategia de Petro podría buscar ampliar su visibilidad mundial a costa de “victimizarse”, pero advirtió que podría terminar siendo ignorado por su tamaño político frente a otros actores. Este testimonio refleja la diversidad de lecturas sobre el impacto político y mediático de la anunciada visita de Petro a la ONU y su presencia en una lista sancionada por Estados Unidos, lo que, en conjunto, alimenta la expectativa sobre futuras gestiones diplomáticas y posibles efectos en las transacciones financieras y la cooperación bilateral entre Bogotá y Washington.














															
															
															
															
															

