El presidente Gustavo Petro desmiente haber dicho que la toma del Palacio de Justicia fue una “genialidad” del M-19 y acusa a quienes sostienen lo contrario de formar una “partida de mentirosos”, en medio de publicaciones desde Belém do Pará, Brasil, donde se celebra la COP30 y se conmemoran los 40 años del ataque que desató una de las crisis políticas más duraderas de Colombia. La publicación en la red social X ha reavivado el debate sobre qué frase se atribuye a Petro y cuál habría sido su postura real frente a aquella acción de noviembre de 1985.
En el marco de estas publicaciones y de referencias históricas, la conversación involucra a figuras clave del pasado y del presente institucional: Gustavo Petro, Jorge Enrique Ibáñez, presidente de la Corte Constitucional; Luis Otero, conocido integrante del M-19; y voces periodísticas como Néstor Morales, además de la memoria judicial representada por Manuel Gaona Cruz, magistrado fallecido cuyo caso ha sido objeto de diversas interpretaciones. También se mencionan antecedentes de una entrevista de Petro en Caracol Televisión en 2002 y la revisión de informes forenses y la versión de la Comisión de la Verdad de la Corte Suprema de Justicia difundidos en 2010. Petro sostiene que no ha usado ni difundido la expresión atribuidas y cita mensajes en X para sostener su versión, mientras Ibáñez reafirma que la toma del Palacio no fue una acción genial, y la describe como un hecho profundamente doloroso para la historia de Colombia.
Contexto y marco actual en COP30
La narración contextualiza la toma del Palacio de Justicia ocurrida entre el 6 y 7 de noviembre de 1985, un hecho asociado al M-19 que dejó a varios magistrados muertos y desató un intenso debate sobre la responsabilidad histórica y la memoria colectiva. El anuncio llega en un momento en que se reabre la discusión pública sobre la veracidad de ciertas afirmaciones, la propiedad de determinadas citas y la necesidad de una memoria que no sea instrumentalizada en el terreno político. En este marco, las referencias a informes forenses y a la Sala de la Verdad de la Corte Suprema de Justicia, así como la revisión de documentos de 2002 y 2010, adquieren una nueva relevancia para entender las distintas versiones que persisten sobre lo ocurrido y sus consecuencias todavía vigentes en la memoria histórica de la nación.
«Partida de mentirosos… jamás, no en mi vida armada, no en mi vida desarmada, he pronunciado tales palabras» – Gustavo Petro
«El genio de la operación militar, de la idea de coger el Palacio Nariño y cómo tomar el Palacio de Justicia, y cómo tomárselo y cómo… cuántos hombres, en qué forma hacer la operación, se debe a Luis Otero: uno de los comandantes de la toma. Luis era un hombre que, que ya había estado, digamos, en la inteligencia de grandes operaciones del M-19. Él es el que se ideó la idea de la toma en la embajada» – Gustavo Petro
«La toma del Palacio no fue una acción genial, sino una acción demencial, un acto terrorista» – Jorge Enrique Ibáñez, presidente de la Corte Constitucional
Entre las cifras que se destacan para comprender la cronología, se recuerda que las fechas centrales de la toma son el 6 y 7 de noviembre de 1985; se celebra el 40.º aniversario del ataque; en 2010 la Comisión de la Verdad de la Corte Suprema de Justicia difundió un informe de gran impacto para el manejo de la memoria; la referencia a una entrevista de Petro en Caracol Televisión en 2002 continúa alimentando la conversación; y, en el marco de COP30, Belém do Pará, la discusión se proyecta más allá de Colombia para cuestionar qué antecedentes históricos deben guiar las respuestas institucionales y políticas actuales.
En conclusión, el episodio reabre la tensión entre narrativas oficiales y posicionamientos actuales de altos funcionarios, y sitúa la memoria de Gaona Cruz junto a otras figuras en el centro del debate público. La atención internacional que aporta COP30 añade un marco para revisar, desde la memoria y la justicia, cómo las palabras y las acciones de décadas pasadas resuenan en la vida política contemporánea y en los esfuerzos por construir una verdad compartida sobre una de las páginas más dolorosas de la historia colombiana.

















