El presidente de Colombia, Gustavo Petro, reconoció haber perdido el respaldo de la mayoría de la Unión Sindical Obrera (USO), el principal sindicato del sector petrolero, tras una reunión celebrada el 25 de noviembre de 2025 en Colombia. Esta fractura surgió por el desacuerdo en torno a su postura sobre el petróleo, particularmente la controvertida venta de los activos Permian de Ecopetrol, que solo cuenta ahora con el apoyo de una minoría sindical. La USO rechazó de plano la enajenación de estos activos y exigió al Gobierno la concesión de nuevos contratos de exploración de petróleo y gas para garantizar la autosuficiencia energética del país.
Petro hizo pública su posición a través de publicaciones en la red social X, donde detalló que la decisión sobre Permian dependerá de la rapidez con que decrezca la extracción de petróleo en los pozos y aumente la de gas, así como de los precios internacionales en los próximos cinco años. Estos activos representan el 15 por ciento de la producción actual de Ecopetrol y el 10 por ciento de sus reservas, según cifras destacadas por el sindicato. El conflicto radica en la evaluación técnica y económica conjunta, que tras un tercer estudio concluyó que no se trata de un gran negocio, junto con posiciones opuestas sobre el fracking y la transición energética.
Desacuerdos profundos sobre fracking y transición energética
La USO defendió una visión de la transición energética que incorpora renovables sin eliminar los hidrocarburos, e insistió en perforar pozos piloto como Kalé y Platero para explorar el fracking. Petro, por su parte, advirtió contra esta técnica, argumentando que introducir el fracking en Colombia sería un desastre para el pueblo y su agua en plena crisis climática. Además, alertó sobre los riesgos de invertir en nuevos pozos en Estados Unidos si la demanda de capital supera los retornos, y enfatizó la necesidad de negociar una reconversión laboral hacia energías limpias.
“No estoy de acuerdo con la línea mayoritaria de la USO. Traer el fracking a Colombia sería un desastre para el pueblo colombiano y su agua en plena crisis climática”
Gustavo Petro, presidente de Colombia
“Dependerá de la rapidez con que en los pozos caiga la parte extraíble de petróleo y aumente la del gas, y de los precios internacionales del petróleo en los próximos cinco años”
Gustavo Petro, presidente de Colombia
En una resolución pública, la USO reafirmó su oposición: “Reafirmamos que la venta de #Permian es inconveniente para @ECOPETROL_SA porque representa el 15 % de la producción y el 10 % de las reservas. Solicitaremos al Gobierno otorgar nuevos contratos de exploración de #petróleo y gas para asegurar la autosuficiencia energética de Colombia”. Petro, al cierre de la reunión, expresó: “Cumplí con mi deber de llevar la mejor información técnica y económica al pleno de la dirección sindical, agradezco su amabilidad”.
Esta pérdida de apoyo mayoritario de la USO representa un golpe significativo para la política energética del Gobierno de Petro, en un momento en que la viabilidad de Permian se evalúa en el horizonte de los próximos cinco años y las tensiones por la crisis climática se agudizan.

















