En mayo pasado, durante la cumbre China-CELAC, el presidente Gustavo Petro se reunió con Xi Jinping y dejó ver una agenda orientada a ampliar los lazos entre Colombia y China, tal como reportan para la edición de La Veintitrés Manizales. En ese encuentro, Petro expresó su interés en adherirse a la Nueva Ruta de la Seda y presentó la propuesta de una red ferroviaria bioceánica que conecte Atlántico y Pacífico para competir con el Canal de Panamá, además de señalar que los acuerdos podrían vincular el futuro financiero de Colombia al régimen chino. El hecho se habría desarrollado en el marco de reuniones entre jefes de Estado con la posible formalización de acuerdos e iniciativas de infraestructura de alto perfil.
Si bien el texto no aporta cifras numéricas explícitas, describe un giro estratégico que, según voces cercanas a la Cancillería, podría redefinir presupuestos y calendarios de cooperación. Funcionarios citados en la revisión señalan que la aspiración de Petro de ampliar vínculos con China debe convivir con una relación balanceada con Estados Unidos y otros socios, para evitar cerrar puertas a la financiación de la región y al intercambio comercial tradicional. En ese contexto, el relato también señala que Europa valoraría derechos humanos y protección ambiental y que existen críticas hacia prácticas chinas en proyectos regionales, lo que añade un factor de complejidad al despliegue de la Nueva Ruta de la Seda y de la red ferroviaria propuesta.
La balanza entre ambición china y cautela internacional
«Preferimos una relación balanceada con Estados Unidos y con China, con ambos. No es: uno u otro» — Anónimo, Alto funcionario de la Cancillería
El texto añade que Europa podría exigir estándares de derechos humanos y ambientales como condición para acompañar financiamiento y cooperación, y que existen críticas hacia prácticas empresariales chinas en proyectos extranjeros. Además, se advierte que priorizar a China podría afectar financiamiento y alianzas en la región, teniendo en cuenta a Japón, Corea del Sur, Vietnam, Taiwán y Filipinas como actores clave en un tablero de influencia regional.
En el plano de las referencias secundarias, un artículo de Infobae describe a Petro como impopular y atribuye una sobreactuación ideológica a su liderazgo; según ese reporte, podría convertirse en el primer presidente en permitir la irrupción de carteles chinos dedicados a socavar el suelo colombiano. El artículo menciona críticas sobre prácticas empresariales chinas en el exterior, como corrupción, sobornos e incumplimientos ambientales, y advierte sobre riesgos para Colombia en un entorno de mayor cercanía con Pekín. Además, incluye un correo de contacto, laureano@infobae.com, para solicitudes de información. Todo ello sitúa a Colombia en medio de un tablero de intereses regionales frente a la influencia china que involucra a Japón, Corea del Sur, Vietnam, Taiwán y Filipinas, según la reconstrucción presentada para La Veintitrés Manizales.

















