Petro prorroga siete meses zona temporal para disidencias en Tibú, Norte de Santander

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El presidente Gustavo Petro firmó el 23 de diciembre de 2025 la Resolución 474, que prorroga por siete meses adicionales la Zona de Ubicación Temporal del Frente 33 de las disidencias de las Embmf, comandado por alias Calarcá Córdoba, en la zona rural del municipio de Tibú, en el Catatumbo, Norte de Santander. Esta medida busca continuar el alistamiento para el ingreso de sus integrantes, en un contexto de escalada de violencia marcada por enfrentamientos entre este grupo y el ELN que han generado al menos 300 desplazados en los últimos días, incluyendo 100 familias que huyeron hacia Cúcuta y 15 hacia Ocaña en una sola jornada.

La prórroga extiende un plazo inicial de traslado que había vencido el 7 de julio de 2025, tras 45 días establecidos originalmente, sin que se registraran avances significativos en el proceso. La Zona de Ubicación Temporal había sido pactada en mayo de 2025 mediante la Resolución 161, luego de una reunión en San José de Cúcuta, con un periodo inicial de siete meses que no logró materializarse por completo debido a la persistente inestabilidad en la región.

Enfrentamientos intensos y crisis humanitaria

Desde el 24 de diciembre, los combates entre el Frente 33 y el ELN en veredas como La Gabarra y Pacheli han impedido la movilidad de la población civil, acompañado de uso de drones y tomas de poblaciones, lo que ha derivado en desplazamientos masivos y confinamientos. Entre mayo y noviembre de 2025, el Gobierno sostuvo encuentros con el Frente 33 para preparar la logística del traslado, pero la situación se ha agravado notablemente.

«La situación en el Catatumbo sigue crítica»

Iris Marín Ortiz, defensora del Pueblo

La Defensoría del Pueblo, a través de Iris Marín Ortiz, emitió una alerta el 30 de diciembre sobre el agravamiento de la crisis humanitaria, expresando profunda preocupación por los riesgos a las comunidades y la ausencia de protocolos de seguridad adecuados. Esta prórroga presidencial busca mantener el diálogo y el proceso, aunque la violencia persistente pone en jaque los esfuerzos de paz en una de las zonas más conflictivas del país.

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