El presidente de Colombia, Gustavo Petro, defendió este fin de año el impacto positivo de los aumentos al salario mínimo en el mercado laboral, negando que generen mayor informalidad, en una respuesta pública en la red social X dirigida al exalcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa. El intercambio se desató tras la circulación de un documento propuesto para el salario mínimo de 2026, que plantea un incremento del 23 por ciento hasta los 1.750.905 pesos, sumando 327.405 pesos al actual de 1.423.500 pesos vigente en 2025, y a partir de cifras recientes del Dane que muestran un crecimiento del empleo del 3,5 por ciento entre enero y octubre de este año, aunque con matices en la calidad de los puestos.
Peñalosa cuestionó el manejo laboral del gobierno Petro, destacando que en 2025 aumentó en más de un millón el número de trabajadores que ganan menos de un salario mínimo, alcanzando los 11,3 millones, lo que representa el 48 por ciento de la fuerza laboral. Además, señaló que cuatro de cada diez trabajadores son cuentapropistas sin empleo formal y con ingresos por debajo del salario mínimo, mientras que ocho de cada diez ocupados laboran en micro, pequeñas o medianas empresas. En contraste, Petro replicó que las estadísticas completas revelan un aumento similar, de más de un millón, en los trabajadores que perciben entre uno y dos salarios mínimos, y enfatizó que durante su mandato, iniciado en 2022, la tasa de informalidad ha descendido en comparación con el gobierno anterior de Iván Duque, refutando así la tesis de que los incrementos salariales impulsan la informalidad.
Debate enciende expectativas por el decreto de 2026
Las cifras del Dane confirman un crecimiento en el empleo, pero la mayoría de los nuevos ocupados son trabajadores independientes con jornadas reducidas e ingresos inferiores al salario mínimo, lo que alimenta el debate sobre la efectividad de las políticas salariales. El ministro del Trabajo, Antonio Sanguino, y el director de Fedesarrollo, Luis Fernando Mejía, han intervenido en el contexto, con este último alertando en Blu Radio sobre los riesgos inflacionarios: este año se acumulan cuatro meses consecutivos con inflación superior al cinco por ciento, y cuando los costos laborales suben en dos dígitos, los comerciantes trasladan ese aumento a los precios finales. Ejemplos como el sector de vigilancia, donde se sustituye personal por cámaras tecnológicas, ilustran las presiones sobre el empleo formal ante las expectativas por el decreto oficial del salario mínimo para 2026, anunciado para el 29 de diciembre tras la propuesta filtrada el día anterior.
“Gracias al populismo de Gustavo Petro y su ministrico, en 2025 aumentó en más de un millón los trabajadores que ganan menos de un salario mínimo. Hoy 11,3 millones de trabajadores colombianos ganan menos de un salario mínimo. Es decir, en la Colombia del petrismo, 48% de los trabajadores, la mitad de los trabajadores, ganan MENOS que un salario mínimo”
Enrique Peñalosa, exalcalde de Bogotá
“Y aumentó, en más de un millón, los trabajadores que ganan entre uno y dos salarios mínimos. Las estadísticas se dan completas”
Gustavo Petro, presidente de Colombia
“En mi gobierno la tasa de informalidad laboral ha descendido respecto al gobierno de Duque, así que la tesis que si se aumenta el salario mínimo crece la informalidad, simplemente, no es cierta”
Gustavo Petro, presidente de Colombia
El pulso en X entre Petro y Peñalosa refleja las tensiones previas al cierre del gobierno de Petro en 2026, con reacciones empresariales preocupadas por inflación, informalidad y avances tecnológicos que podrían desplazar mano de obra, mientras los datos oficiales del Dane y declaraciones verificables subrayan un mercado laboral en transformación, donde el equilibrio entre protección salarial y generación de empleo formal sigue siendo el eje del debate nacional.
