Un imponente pino, plantado frente a la entrada principal del restaurante Pozzeto en el barrio Chapinero de Bogotá, mucho antes de 1986, ha sobrevivido como testigo silencioso a la masacre perpetrada por Campo Elías Delgado, un veterano de la guerra de Vietnam, el 4 de diciembre de ese año. Delgado ingresó al lugar como un cliente cualquiera, pidió una pasta y una botella de vino, se dirigió al baño y regresó para abrir fuego a quemarropa con su revólver, dejando un saldo de 21 víctimas fatales en el restaurante, entre ellas figuras destacadas como el periodista y director de la Revista Vea, Jairo Enrique Gómez Remolina; la ejecutiva de la Revista Cromos, Diana Cuevas; el líder del Nuevo Liberalismo en el Valle, Carlos Alfredo Cabal Cabal, y el mayor del ejército Álvaro Pérez Buitrago, además de ataques previos que incrementaron la tragedia.
El restaurante, ubicado en la carrera Séptima, continuó operando durante tres décadas más hasta que en el fin de semana del 5 al 7 de julio de 2019 se anunció su traslado, para cerrar definitivamente el 2 de febrero de 2020 debido al fallecimiento de su fundador, la muerte de su hijo y la pandemia de covid-19, acumulando una mora registrada de 416.000 pesos al 1 de noviembre de 2019. Hoy, el edificio permanece abandonado, cubierto de grafitis, con daños por humedad, documentos, recibos, baldosas, alfombras, estanterías, un piano de cola en una tarima, botellas esparcidas y convertido en refugio para habitantes de calle y punto de consumo de sustancias, sin que avance el proyecto de apartamentos inicialmente planeado.
Exploración de un youtuber revive el recuerdo
En 2024, el youtuber Diego Andariego, acompañado de Óscar y Luigi, accedió al sitio por una ventana del segundo piso para explorar sus entrañas abandonadas, un video que ha cobrado relevancia tras el éxito de la serie ‘Estado de fuga 1986’. Durante la incursión, Andariego señaló detalles impactantes del interior, destacando que el salón principal fue el epicentro de la masacre y que la cocina resultaba grandísima, mientras describía el baño como completo. Este pino, de una altura equivalente a casi tres pisos, se erige aún frente a la entrada como recordatorio para los vecinos y las familias de las víctimas, en un contexto donde la masacre marcó para siempre la historia de Bogotá.
«Este es el salón principal. Aquí es donde ocurrió todo»
Diego Andariego, youtuber
«La cocina es grandísima»
Diego Andariego, youtuber
«el baño está completo»
Diego Andariego, youtuber
La permanencia del árbol y la curiosidad que genera el sitio abandonado subrayan cómo eventos trágicos perduran en el paisaje urbano, atrayendo visitantes intrigados por su historia mientras el edificio languidece sin un futuro definido.
















