Por ahora no hay riesgo de racionamiento: CHEC

Cameguadua.Foto CHEC –
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Pese al Fenómeno de EL Niño que afecta al país por estos días, está claro que por ahora no existe ningún riesgo de racionamiento en el país. Mucho tiene que ver con las acciones que empresas como la CHEC hacen a largo plazo para propender que las cuencas en las que habitamos, tengan una mejor regulación. 

Las cuencas con tanta actividad humana y deforestación, han perdido la capacidad de conservar el agua; sin embargo, en regiones como Caldas, los ríos no se abaten tan rápido cuando hace verano, sino que corren paulatinamente.

Por estas razones, según Julián David López Palacio, profesional del Área de  Generación de Energía de la CHEC, por ahora en el país no habrá racionamiento de energía: “Se tiene una planeación energética muy cuidadosa, y se cuenta con recursos en embalses grandes almacenados, que se están menguando, pero también se cuenta con opciones de energía firme, que son las plantas que generan con combustibles fósiles, que aunque no es la generación ambientalmente más deseada, si es la que nos puede dar la firmeza en estos momentos”. 

El funcionario dialogó con La Veintitrés y el Magazín MD/23 y afirmó: “esas plantas con combustibles encienden sus máquinas en estas épocas para compensar la generación hidroeléctrica que le hace falta el país; podemos decir que el parque de generación de Colombia está interconectado para suplir unas y otras áreas, dependiendo de los recursos que tengan y las capacidades de transmisión de esa energía”.

Afectación del Fenómeno de El Niño

En una empresa como la CHEC, que aprovecha el recurso hidroeléctrico para generar energía, ese recurso depende de los caudales disponibles en los ríos y este a su vez depende de las estaciones del clima y de los macro fenómenos climáticos.

El Fenómeno de El Niño se da cada 3, 4 o 5 años, a veces más largo, a veces más corto, e influye en las estaciones en las épocas secas o húmedas que tenemos; ese fenómeno acentúa esas épocas secas y hace que el recurso hídrico escasee, para esos momentos las empresas deben prepararse, para surtir adecuadamente la energía a sus clientes”, explicó el profesional de la CHEC.

Así trabajan los embalses 

La CHEC tiene dos embalses, el Cameguadua en Chinchiná y el San Francisco, que regularmente llamamos La Esmeralda; estos son los de regulación horaria y alimentan las plantas de la Ínsula, Esmeralda y San Francisco, que son las hidroeléctricas de mayor tamaño que tiene la empresa. 

De acuerdo con López, nuestros aprovechamientos hidráulicos se llaman a filo de agua, es decir se toma el agua directamente de los ríos: “A veces se utilizan algunos embalses que nosotros llamamos reservorios, para regular esos caudales durante algunas horas e incluso durante un día, pero no se alcanzan a acumular grandes cantidades de agua para tener un recurso por semanas o meses. Nuestro recurso está ligado al caudal de agua que el río pueda entregarnos, por lo que en estas épocas las plantas se ven disminuidas en su generación, en atención a que no tienen todo el caudal disponible”.

Embalse de San Francisco Foto CHEC

La capacidad de la CHEC

López Palacio expresó a La Veintitrés que la Central Hidroeléctrica de Caldas consume la energía  que se produce y se trae un porcentaje de afuera para complementar las necesidades y agregó que “nosotros tenemos roles muy dinámicos dentro de la generación y transmisión local, además de tener el negocio de la generación de energía, también se tiene la de transmisión y distribución en el área, y eso se vuelve fundamental”.

Acá se debe decir que la CHEC tiene allí dos negocios independientes, la generación de energía y la comercialización, lo que quiere decir que no necesariamente la energía que produce CHEC se la vende a la misma empresa, porque se le puede vender a cualquier agente del mercado, bien sea a través de un contrato de largo plazo, o en la Bolsa en el día día.

La estructura del grupo EPM tiende a comercializar su energía en un 90% a largo plazo y en un 10% en la bolsa, para manejar así el riesgo comercial tanto en la venta como en la compra.

La energía que producen las plantas hidroeléctricas de la CHEC y Termodorada, 8 en total, pueden producir un volumen del 50% del consumo que abastece la región de Caldas, Risaralda y algunas poblaciones vecinas, pero no necesariamente indica que la energía que produce en Caldas se consuma acá, porque gracias a la interconexión nacional que abastece desde La Guajira hasta Nariño y desde el Chocó hasta los Llanos Orientales, permite que los agentes de mercado y las diferentes electrificadoras de los departamentos y las ciudades, a través de esa autopista, la comercializan.

“La empresa también ha incursionado en el negocio de los paneles solares a nivel comercial urbano, siendo una alternativa que tienen los clientes de optar por un respaldo de energía y por un modelo de negocio alternativo para su factura”, nos contó el profesionales de la CHEC.

Estrategias para mantener la regulación hídrica

Para menguar las dificultades que pone el clima, la empresa hace intervenciones en las cuencas que abastecen el sistema de generación con prácticas ambientales sostenibles, “es decir, se hace un esfuerzo grande en áreas de conservación y ejercicios de reforestación y cuidado de terrenos. En áreas de conservación tenemos más de 7000 ha dedicadas exclusivamente a conservar el ciclo hídrico y a mantener los bosques y la biodiversidad y de esa manera se mejora el estado de los Ríos”, dijo López.

Al hablar de ejercicios de preservación y trabajos con terceros indicó que “tenemos una figura que se llama el indicador de protección hídrica, donde se hacen trabajos en territorios de otros interesados, en conservación, en manejo sostenibles económicos, etc., lo que nos permite involucrar a aliados nuestros como Corpocaldas, los municipios y muchos particulares, en estrategias que sean de buen manejo de territorio y que repercuten en fijación de CO2, mejor ciclo hídrico, y tener una diversidad más abundante”.

Embalse de Cameguadua Foto CHEC

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