La precandidata presidencial Vicky Dávila publicó en X una respuesta a las advertencias de demandas procedentes de la campaña de Abelardo de la Espriella y anunció con firmeza que no se aliará con corruptos. En su mensaje, Dávila afirmó que hacer lo correcto y decir la verdad puede costar la vida, que el sistema es muy fuerte y podrido y que las amenazas, desde la muerte hasta la empapelada jurídica, forman parte de un intento por amedrentarla. Aseguró que está luchando por un país diferente y mejor para todos y que un Gobierno firme y decente podría sacar a Colombia del hueco que, en su lectura, Petro y su gente habrían dejado al país. Este pronunciamiento se da en un contexto de tensiones dentro de la derecha colombiana de cara a las precampañas para 2026, con un debate vertical sobre afiliación, unidad y la dirección de la coalición.
Entre los datos clave que rodean esta disputa se encuentran la figura de Vicky Dávila, periodista y precandidata presidencial; Abelardo de la Espriella, también precandidato; y Enrique Gómez, responsable del equipo de debate de la campaña de De la Espriella. En su réplica, Gómez afirmó que la valiente Dávila evita nombrar a Abelardo en sus indirectas por temor a consecuencias legales y sostuvo que las calumnias no resisten una denuncia penal. Además, cuestionó la autonomía y la financiación de la campaña de Dávila, insinuando que los ataques provenientes de candidaturas afines podrían generar más división que unidad dentro del espectro de la derecha.
La pugna interna y sus posibles efectos en la coalición
Este episodio se enmarca en antecedentes de tensiones dentro de la derecha colombiana entre Dávila y De la Espriella, mientras las precampañas para 2026 ganan ritmo. Por qué es noticia ahora radica en que se abre un debate público sobre la autonomía de cada candidatura, la financiación de sus campañas y la viabilidad de mantener una coalición cohesionada ante críticas internas. El resultado podría influir en la percepción de fortaleza y cohesión de la derecha y en las decisiones sobre alianzas futuras frente a la competencia electoral.
«Me quieren acabar, pero no han podido… yo voy de la mano de Dios, convencida de que hacer lo correcto y decir la verdad cuesta, puede costar, incluso, la vida. El sistema es muy fuerte y podrido. Las amenazas son de todo tipo, para amedrentar, desde la muerte, hasta la empapelada jurídica. Yo estoy aquí porque creo en un país diferente y mejor para todos. Creo en que un Gobierno firme y decente saca a Colombia del hueco en el que lleva Petro y su gente al país.» – Vicky Dávila, precandidata presidencial
La controversia también plantea preguntas sobre la autonomía y la financiación de la campaña de Dávila, como señalan voces cercanas a la campaña de De la Espriella. En ese sentido, los analistas señalan que la intensidad del enfrentamiento puede agudizar la fractura dentro del bloque de la derecha y complicar la construcción de una oferta electoral unificada para las elecciones de 2026, donde la competencia y el financiamiento deben atravesar una revisión minuciosa para evitar que las disputas internaseros afecten la credibilidad y la viabilidad de las candidaturas.

















