En un intenso debate transmitido por RCN, las senadoras y precandidatas presidenciales del Centro Democrático, Paola Holguín, María Fernanda Cabal y Paloma Valencia, respondieron con firmeza a los cuestionamientos sobre el impacto del magnicidio de Miguel Uribe Turbay y la reciente expulsión de su padre del partido, ocurrido hace apenas una semana. Las precandidatas defendieron las acciones éticas de la colectividad uribista y resaltaron su capacidad para impulsar la unidad nacional en medio de la violencia política que ha golpeado a Colombia como no se veía en tres décadas.
Los moderadores del debate pusieron sobre la mesa las dudas acerca de la cohesión interna del partido tras el asesinato del joven precandidato presidencial y los pulsos internos que culminaron en la marginación del padre de Uribe Turbay. Inmediatamente después del atentado, el Centro Democrático suspendió su campaña electoral y anunció que designaría a Miguel Uribe como candidato único si sobrevivía, un gesto que las precandidatas destacaron como prueba de su compromiso moral. Holguín separó claramente el magnicidio de la expulsión, evocando la historia de violencia en el país, mientras Cabal rememoró asesinatos emblemáticos como los de Luis Carlos Galán, Carlos Mauro Hoyos, Low Murtra y Rodrigo Lara, y criticó el punto cuatro del Acuerdo de La Habana. Por su parte, Valencia enfatizó la generosidad partidista y el juramento de honrar el legado de Uribe para recuperar la democracia y la seguridad.
Defensa ética y duelo colectivo
Paola Holguín, senadora y precandidata, explicó la suspensión inmediata de la campaña como una respuesta ineludible ante la tragedia.
«Suspendimos la campaña, porque nadie es capaz de hacer campaña sobre la sangre de un compañero. Eso era inadmisible y moralmente imposible».
Paola Holguín, senadora y precandidata del Centro Democrático
Holguín describió a Miguel Uribe Turbay como un mártir de la democracia, cuya muerte generó un golpe desgarrador que el partido no superará fácilmente, y aludió a los comportamientos que motivaron la decisión de expulsar a su padre sin entrar en detalles.
«Un mártir de la democracia. Un joven que había logrado generar mucha esperanza en el partido y en los colombianos. Para nosotros, este fue un golpe desgarrador, un golpe que no se va a superar».
Paola Holguín, senadora y precandidata del Centro Democrático
«Después viene el tema del papá. Allí hubo decisiones y comportamientos sobre los cuales no me quiero referir, que llevaron al partido a tomar la decisión de marginarlo del proceso».
Paola Holguín, senadora y precandidata del Centro Democrático
María Fernanda Cabal expresó una profunda sensación de indefensión y duelo, interpretando el magnicidio como un campanazo para salvar la democracia y alcanzar la paz en Colombia.
«Fue una sensación de indefensión, de duelo, de impotencia. […] Lo de Miguel es un campanazo de un país que entiende que o salvamos la democracia o no vamos a tener paz».
María Fernanda Cabal, senadora y precandidata del Centro Democrático
Finalmente, Paloma Valencia rechazó cualquier percepción de debilidad partidista y reafirmó el compromiso eterno con la memoria de Uribe Turbay.
«Todo lo contrario. […] Este partido va a honrar la memoria de Miguel. Lo tenemos presente todo el tiempo y su muerte no va a ser en vano».
Paloma Valencia, senadora y precandidata del Centro Democrático
Las declaraciones de las precandidatas uribistas buscan reafirmar la solidez del Centro Democrático ante la adversidad, proyectándose como líderes capaces de unir al país en un momento de resurgimiento de la violencia política y divisiones internas.
