En un claro mensaje dirigido a las tensiones actuales entre el poder judicial y el Ejecutivo, el presidente de la Corte Constitucional, Jorge Enrique Ibáñez, afirmó durante un encuentro de altas cortes en Barranquilla que “nadie puede creerse dueño del Estado”, subrayando el respeto al orden democrático y los límites constitucionales. El evento, que reunió a representantes de todas las jurisdicciones, incluyendo la disciplinaria, contó con la presencia de Luis Álvarez Parra, presidente del Consejo de Estado, y sirvió para revisar el estado de la justicia, los desafíos a su independencia y el control constitucional.
Las intervenciones de Ibáñez y Álvarez Parra pusieron énfasis en la necesidad de preservar el marco constitucional frente a las recientes fricciones con el Gobierno, derivadas de decisiones judiciales como la suspensión de un decreto de consulta popular y las restricciones impuestas a las alocuciones presidenciales. Este encuentro buscaba discutir la independencia judicial, el equilibrio de poderes y la relación con el Ejecutivo, con un compromiso colectivo para fortalecer los mecanismos que garanticen la defensa de la Constitución.
Defensa de la separación de poderes
Luis Álvarez Parra, cuya presidencia en el Consejo de Estado se extenderá hasta enero de 2026, señaló que las decisiones judiciales son esenciales para proteger las libertades y la separación de poderes. Las intervenciones de los altos funcionarios buscan preservar el orden institucional y evitar cualquier concentración de poder, en un contexto donde los participantes coincidieron en el deber compartido de velar por la vigencia constitucional.
“Nadie puede creerse dueño del Estado”
Jorge Enrique Ibáñez, presidente de la Corte Constitucional
“Nadie puede decir el Estado soy yo”
Jorge Enrique Ibáñez, presidente de la Corte Constitucional
“Estado somos todos y todos estamos sujetos al imperio de la Constitución”
Jorge Enrique Ibáñez, presidente de la Corte Constitucional
Este pronunciamiento resuena en un momento clave para la institucionalidad colombiana, donde el Poder Judicial reafirma su rol como garante de la democracia, recordando que el Estado pertenece a todos y nadie está por encima de la Carta Magna.

















