Presidente del Consejo de Estado condena atentado contra Miguel Uribe: “Amenaza con ensangrentar el proceso electoral”

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Durante la apertura del evento Justicia Abierta, enfoque para una Justicia Preventiva, realizado este lunes en Manizales, el presidente del Consejo de Estado, magistrado Luis Alberto Álvarez Parra, se pronunció sobre el atentado del que fue víctima el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay el pasado 7 de junio en Bogotá.

En un discurso enérgico y cargado de preocupación, el alto magistrado afirmó que el ataque no solo constituye una agresión contra la vida del congresista, sino también una amenaza directa contra la democracia y el derecho a la participación política en Colombia.

Esto no solo es un aleve atentado contra la vida de una persona, sino que amenaza con ensangrentar un proceso electoral, que es el cimiento de la democracia nuestra”, declaró Álvarez Parra ante los asistentes al evento.

El magistrado subrayó que el ejercicio político debe resolverse por vías democráticas, mediante el “contraste de las ideas”, y no por la violencia, la intimidación o el exterminio.

La lucha por el poder no se puede zanjar sino a través del contraste de las ideas y no por el expediente de la guerra o del exterminio”, agregó.

Álvarez Parra también expresó solidaridad con el senador Uribe Turbay y su familia, destacando que este tipo de atentados no pueden interpretarse únicamente como agresiones individuales, sino como hechos que atentan contra la pluralidad política y la salud de la democracia colombiana.

En su intervención, hizo un llamado a la responsabilidad ética de los servidores públicos:

Desde aquí hacemos un llamado para que cese el clima de violencia y se consolide la paz. Quienes tenemos responsabilidades públicas, somos quienes tenemos el deber de allanar caminos de reconciliación y de diálogo y no de confrontación y de discordia”.

Finalmente, instó a la sociedad y a las instituciones a trabajar juntas en la construcción de una cultura de paz, superando las heridas del conflicto histórico y fortaleciendo la legitimidad del debate político como único canal válido para la disputa del poder.

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